Y Durazo logro la hazaña al vencer a los invencibles
Al inicio de las nominaciones de candidatos a la gubernatura del estado de Sonora, se veía el panorama más negro para Alfonso Durazo y todo giraba en torno al Borrego Gándara en primer lugar, luego a Ricardo Bours y después Alfonso Durazo. Las campañas iniciaron y empezó a darse la realidad, ninguno de los favoritos se veía levantar polvareda cívica, sus discursos giraban en lo tradicional que el pueblo no acuñaba debido al hartazgo en que nos encontramos de tanto ineficaz y vaqueton gobernante, dicho de otra manera, juntaba más gente un choque de bicicletas que los candidatos, según se apreciaba. En cambio, los discursos de Alfonso Durazo donde incluía acabar con los corruptos y ratas que se han enquistado en el poder, empezó a ser escuchado por el pueblo como una esperanza de mejorar en serio, lo cual, termino con el resultado ya conocido, el pueblo termino eligiendo a quien demostró ser merecedor de su confianza. Ahora Alfonso Durazo como gobernador electo podrá cumplir sus ofrecimientos de campaña y, sin duda que nos espera buenos tiempos con él, ya que forma parte del grupo cercano del presidente López Obrador. Ojalá que organice su equipo con gentes buenas y leales que lo apoyen para llevar el rumbo correcto del Estado.
Es además necesario que se genere un ambiente donde pueblo y gobierno puedan caminar juntos en buscar e impulsar la prosperidad general de ambos, no como ahora, los gobernantes viven y actúan separados del pueblo, solo lo mencionan para acceder al poder y luego se olvidan de todo.
El reto de hacer mejor las cosas y cambiar las viejas costumbres de administrar la cosa pública, está a la vista. Después de 80 años de gobiernos que solo les importo llevarse lo que podían, las estructuras de la administración pública están obsoletas, plagadas de corrupción, de tal manera que, los efectos a la sociedad son muy cuestionados y pareciera no tener remedio, ya que a los gobernantes no les interesa mejorar el sistema o costumbres de la administración pública, siendo urgente reestructurar y actualizar la regulación administrativa con una mejora regulatoria con visión objetiva futura. Como dato medular puedo citar, que se inventó los recursos de revisión, de impugnación, de revocación, de cancelación, de reconsideración etc. Etc. Todos ellos en el ámbito de la administración pública, con el supuesto fin o finalidad de que la autoridad administrativa emisora del acto impugnado, conociera los errores y fallas existentes para mejorar el sistema de la administración pública, pero que tenemos en la actualidad, una bola de abogados leperos y vividores que trabajan en la administración pública, encargados de contestar los recursos que interpone el ciudadano, quienes no ven absolutamente nada sobre la ley y el derecho sino que, todo se centra en darle palo o rechazar todo lo que el ciudadano reclama, para seguir mamando de la ubre publica y, en algunos casos, los pocos que saben o se animan a luchar, tienen que acudir al Tribunal de lo Contencioso Administrativo para buscar que se aclare el acto de autoridad apegado a la ley, en su caso, anularlo por arbitrario, pero, a la fecha, no se demuestra por ningún funcionario público, que se interese por una reforma regulatoria de los métodos según las necesidades públicas a cumplir.
Otro aspecto sobre la gobernabilidad que está en el hoyo, es el hecho de que, no existe voluntad gubernamental de escuchar a la población para discutir un problema y solución, que podrían resolver pueblo y gobierno sino que, el gobernante de turno, quiere ser el único que piense y ordene lo que hay que hacer, si otro manifiesta opiniones sobre hacer algo actualizado en la cosa pública, se le considera enemigo del gobernante de turno, esperaremos que el nuevo gobernador Alfonso Durazo trabaje unido con el pueblo, como lo ha demostrado el presidente AMLO.
