La educación como actividad esencial
Dicha clasificación implica, en resumen, una consideración de actividad “indispensable” para el desarrollo y subsistencia de la sociedad, con la facultad, por ende, de permanecer abiertas aún en los momentos más graves de la pandemia e independientemente del semáforo existente.
Aunque es muy importante aclarar que esta clasificación fue únicamente una manifestación verbal por parte dicha Secretaría de Salud, sin que a la fecha exista alguna publicación en el Diario Oficial de la Federación que la respalde o la vuelva oficial. Por tanto, desde un punto de vista estrictamente legal, no es válido asegurar que la educación hoy en día es una actividad clasificada como prioritaria o esencial.
Sin embargo, nos damos cuenta que son las escuelas quienes dan vida a las actividades económicas, puesto que en la salida de los niños, niñas y adolescentes sin duda siempre hay algún material que comprar, algún alimento, bebida o golosina.
Pero no debemos dejar de lado la importancia de seguir cuidándonos todos, pues el virus seguirá y no sabemos por cuánto tiempo, mientras tanto debemos ser empáticos y cuidarnos unos a otros.
Porque desafortunadamente aún después de casi dos años que inició esta pandemia hay personas que no creen en la enfermedad, que no se han vacunado y mucho menos toman las medidas preventivas.
Porque recordemos que si bien el regreso a las aulas es voluntario de las y los estudiantes a las escuelas con “todas las medidas de seguridad pertinentes, desde luego, pero también previniendo los contagios”.
En los planteles educativos se toman las medidas para tratar de evitar contagios como la sana distancia, el uso de cubrebocas, el uso de gel antibacterial, el lavado de manos constante, la toma de temperatura al ingresar a la institución, entre otras.
Pero como dijimos anteriormente, debemos cuidarnos unos a otros, tratando de evitar contagiar a otros, para ello es importante y se recomienda que si se tuvo contacto con alguna persona que haya salido positiva a Covid, no acuda a la escuela.
Que en los casos en los que el alumno, alumna, tiene síntomas de tos o gripa, calentura o se siente mal, tratar de evitar enviarlo (a) a los planteles donde puede contagiar a otros.
El primer filtro sigue siendo sin duda los hogares, por ello se requiere trabajar de manera coordinada con los padres de familia, como apoyo para disminuir los contagios en los planteles escolares.
Y finalmente, es importante que seamos responsables y no acudir a lugares conglomerados donde podamos estar expuestos a enfermedades.