Terminó un año lleno de un sinfín de sorpresas y malos presagios. Por un lado, una parte de la prensa se encarga todos los días de intentar hacer creer que la pandemia es exclusiva de México, que solo el país es quien perdió en esta crisis y otra parte intenta lucrar y engañar con datos erróneos sobre la vacuna, sin duda fue un año de retos y desafíos.
¿Qué depara el 2021? Nadie lo sabe aún, pero puede darse una idea de lo cruel y peligroso que será este año para los mexicanos. Unas elecciones de todos contra Morena, contra AMLO y compañía, bien dicen que el enemigo de mi enemigo es mi amigo, porque ahora todos son cuates, cuando hace algunos meses ni podían verse en pintura o se la pasaban llamándose corruptos, rateros, asesinos, ladrones y demás adjetivos, pero ahora intentarán comer en la misma mesa y del mismo plato.
Vaya que será un año de lucha por el poder, por el “hueso” y es que no mamar de la ubre pública está canijo, como que ponerse a trabajar para no vivir como sanguijuela de los demás no está del todo sencillo. Ya lo dijo un personaje mexicano cuyo nombre omitiremos, pero que estoy seguro sabrán quien es: “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.
Ni Dios es tan bueno, ni el diablo tan malo. Cada mandatario tiene su sexenio con aciertos y desaciertos, como todos, pero que no te hagan creer que este sexenio es uno de los peores en 86 años, pues debes recordar que en estos 2 años México sigue sin convertirse en ese “Venezuela” que tanto intentan a través del miedo venderte todos los días.
A pesar de la crisis mundial que se vive, de la cual no se ha salido aún, el país no se ha detenido, siguen llegando inversiones, siguen avanzando los proyectos, aumento salarial y el precio de hidrocarburos no se ha disparado, se ha mantenido estable, en algunas áreas del país se homologa con la frontera, pero no ha subido como sucedía constantemente.
Nos engañaron vilmente, se nos dijo una y otra vez que cuando sucediera la reforma energética los precios bajarían y resultó peor, subieron. Intentan vendernos lo malo que resulta el control del estado sobre sus recursos energéticos, pero parece que olvidamos que la gasolina y diesel fueron baratos cuando el estado controlaba el mercado.
Deben saberlo, nunca la Iniciativa Privada va a apostar por los negocios a largo plazo que generen desarrollo y bienestar en la población porque eso le compete al estado, no a la Iniciativa Privada y eso no los convierte en entes malvados, porque como todo inversionista quieren invertir y recuperar sus ganancias de manera rápida, efectiva.
El problema radica cuando se desarma todo el aparato estatal para entregárselo a la Iniciativa Privada, sobre todo en áreas estratégicas del estado.
No se preocupen, tampoco seremos “Venezuela” el próximo año, mientras no haya devaluaciones, error de diciembre o algún acuerdo asfixiante con el Fondo Monetario Internacional, las cosas se estabilizarán.
