/ miércoles 1 de enero de 2020

Propósitos 2020 en salud

Con la entrada del nuevo año es natural que las personas se replanteen los objetivos y establezcan nuevas metas a alcanzar en estos próximos 365 días y entre estos propósitos por supuesto que no puede faltar la salud.

Con los cambios que se han venido dando en el sector salud con las nuevas políticas públicas, en gran parte de la población no se ha alcanzado a comprender el alcance que van a tener, aunque algunos ya están experimentado lo que está resultando y no hay mucha satisfacción y aunque todos debemos participar en demandar y establecer los lineamientos de lo que en Salud se requiere, es en el plano individual donde más rápido y directamente se puede incidir.

Los eternos propósitos del nuevo año, si bien se establecen en estos días, serán más viables a partir de febrero, cuando iniciar el cambio el calorcito de nuestra región empezará a dejarse sentirse, así que a pesar de nuestros buenos deseos, éstos en la mayoría de los casos veremos cómo se cristalizan después de los tamales de la Virgen de la Candelaria, el 2 de febrero pues.

Hablar de recomendaciones en estos días resulta un poco redundante, especialmente cuando la mayoría tiene la información necesaria, así que lo mejor es fortalecer las buenas intenciones, buscando estrategias que permitan lograr todo aquello que se tiene planeado.

Siempre debemos tener presente que si bien el cuerpo necesita atención, es sumamente importante incluir la mente y el espíritu en esta ecuación y como decía San Agustín, rezar como si todo dependiera de Dios y trabajar como si todo dependiera de nosotros, es decir una labor integral que dé como resultado la armonía y el buen funcionamiento.

El ser humano ha ido perdiendo el contacto con la naturaleza y peor aún con sus semejantes, ambos han sido descuidados dando como resultado un medio ambiente dañado, egoísmo y búsqueda de satisfactores de corta duración, desechables que no tienen fin al no encontrar la paz interior.

En la búsqueda de respuestas al exterior se ha perdido el contacto con el interior entorpeciendo la comunicación con la misma persona y la ruptura de lazos fraternos con la familia y los amigos, así como la pérdida de empatía por las situaciones que atraviesa el resto del pueblo. De pronto pareciera que todos los problemas los tenemos solo nosotros y en ese mismo contexto los pequeños o grandes logros también son solo de nosotros. Nosotros, siempre nosotros o en el colmo de la individualidad, el yo yo persistente.

Pareciera que no nos damos cuenta que todo lo que somos o tenemos nos ha sido concedido y es el resultado del trabajo de todos, es por eso mismo que para asegurar el éxito de estos propósitos del nuevo año la mejor manera de lograrlo es acompañándose de aquellas personas con las que se compartan metas y objetivos para que juntos ayudemos y seamos ayudados.

De igual manera, continuar haciéndose preguntas esenciales para el ser humano como ¿a qué venimos a este mundo?, ¿cuál es mi misión?, etcétera, puede ayudar a darle sentido al camino. Por último, aunque suene repetitivo, buscar hacia adentro, explorar el medio ambiente, disfrutar nuestra tierra, cielo, mar, todo los que nos rodea y conectar con nuestros prójimos sin dejar que el egoísmo, el consumismo y otras malas prácticas nos hagan olvidar la justicia, templanza y la prudencia, pidamos fortaleza, seamos persistentes para lograr esas metas que nos hemos trazado.

En fin, el camino es largo, difícil, sinuoso pero las buenas prácticas, orden, limpieza, higiene y muchas más son buenas para todo, evitamos enfermedades del cuerpo, de la mente, fortalecemos el espíritu y cuidamos el medio ambiente. Todo con paciencia y constancia, pequeños cambios logran grandes resultados.

De mi parte reciba un fuerte abrazo y los mejores deseos para este 2020. Me reitero a la orden para lo que pudiera ayudarle a lograr sus metas.

Con la entrada del nuevo año es natural que las personas se replanteen los objetivos y establezcan nuevas metas a alcanzar en estos próximos 365 días y entre estos propósitos por supuesto que no puede faltar la salud.

Con los cambios que se han venido dando en el sector salud con las nuevas políticas públicas, en gran parte de la población no se ha alcanzado a comprender el alcance que van a tener, aunque algunos ya están experimentado lo que está resultando y no hay mucha satisfacción y aunque todos debemos participar en demandar y establecer los lineamientos de lo que en Salud se requiere, es en el plano individual donde más rápido y directamente se puede incidir.

Los eternos propósitos del nuevo año, si bien se establecen en estos días, serán más viables a partir de febrero, cuando iniciar el cambio el calorcito de nuestra región empezará a dejarse sentirse, así que a pesar de nuestros buenos deseos, éstos en la mayoría de los casos veremos cómo se cristalizan después de los tamales de la Virgen de la Candelaria, el 2 de febrero pues.

Hablar de recomendaciones en estos días resulta un poco redundante, especialmente cuando la mayoría tiene la información necesaria, así que lo mejor es fortalecer las buenas intenciones, buscando estrategias que permitan lograr todo aquello que se tiene planeado.

Siempre debemos tener presente que si bien el cuerpo necesita atención, es sumamente importante incluir la mente y el espíritu en esta ecuación y como decía San Agustín, rezar como si todo dependiera de Dios y trabajar como si todo dependiera de nosotros, es decir una labor integral que dé como resultado la armonía y el buen funcionamiento.

El ser humano ha ido perdiendo el contacto con la naturaleza y peor aún con sus semejantes, ambos han sido descuidados dando como resultado un medio ambiente dañado, egoísmo y búsqueda de satisfactores de corta duración, desechables que no tienen fin al no encontrar la paz interior.

En la búsqueda de respuestas al exterior se ha perdido el contacto con el interior entorpeciendo la comunicación con la misma persona y la ruptura de lazos fraternos con la familia y los amigos, así como la pérdida de empatía por las situaciones que atraviesa el resto del pueblo. De pronto pareciera que todos los problemas los tenemos solo nosotros y en ese mismo contexto los pequeños o grandes logros también son solo de nosotros. Nosotros, siempre nosotros o en el colmo de la individualidad, el yo yo persistente.

Pareciera que no nos damos cuenta que todo lo que somos o tenemos nos ha sido concedido y es el resultado del trabajo de todos, es por eso mismo que para asegurar el éxito de estos propósitos del nuevo año la mejor manera de lograrlo es acompañándose de aquellas personas con las que se compartan metas y objetivos para que juntos ayudemos y seamos ayudados.

De igual manera, continuar haciéndose preguntas esenciales para el ser humano como ¿a qué venimos a este mundo?, ¿cuál es mi misión?, etcétera, puede ayudar a darle sentido al camino. Por último, aunque suene repetitivo, buscar hacia adentro, explorar el medio ambiente, disfrutar nuestra tierra, cielo, mar, todo los que nos rodea y conectar con nuestros prójimos sin dejar que el egoísmo, el consumismo y otras malas prácticas nos hagan olvidar la justicia, templanza y la prudencia, pidamos fortaleza, seamos persistentes para lograr esas metas que nos hemos trazado.

En fin, el camino es largo, difícil, sinuoso pero las buenas prácticas, orden, limpieza, higiene y muchas más son buenas para todo, evitamos enfermedades del cuerpo, de la mente, fortalecemos el espíritu y cuidamos el medio ambiente. Todo con paciencia y constancia, pequeños cambios logran grandes resultados.

De mi parte reciba un fuerte abrazo y los mejores deseos para este 2020. Me reitero a la orden para lo que pudiera ayudarle a lograr sus metas.