/ sábado 10 de abril de 2021

Reformar

“De esos 40 millones de pesos, nos vamos a (...) 25 millones que nos otorgaran para la campaña electoral…”, un audio filtrado del famoso candigato Alfredo “N”, porque no se hace alusión a conocido personaje de una serie televisiva de los años 80’s. Así se la gastan muchos de los parasitarios candidatos a cargo de elección popular.

Cada temporada electoral es lo mismo, audios por aquí, audios por allá y el pueblo solo se admira, ríe, algunos le festejan, otros defienden lo indefendible o se escudan en la “campaña negra electoral e incluso alegan violencia de género electoral”.

Ya no más candidatos tipo Alfredo “N”, ya basta, ya no más partidos políticos de personajes que se niegan a trabajar, que solo están viviendo parasitariamente de los mexicanos que sí trabajan, que sí producen. No se enoje por los programas sociales que existen, las becas, apoyos a adultos mayores. Enójese porque cada vez aumentan los marranitos a mantener en el corral, enójese porque cuesta y mucho darles de comer.

Pasan los años y cada vez son más, parece que algo tiene la función pública en México que una vez dentro, nadie quiere soltarla. Si sumas los cargos de regiduría, diputación local y federal, senaduría, alcaldía, gobernador y presidencia de la República, fácilmente igualas los años de dictadura de don Porfirio, la diferencia oscila en que sería una dictadura democrática como la que ya se vive.

Siguen haciendo caer al mexicano en sus tretas, los dividen, exhiben a sus opositores como lo peor y simulan baños de pueblo para ganarse su simpatía. Se desconoce cómo durante décadas los mexicanos no han podido quitarse el yugo de los partidos políticos, siguen sin comprender el poder que el pueblo unido tiene.

Los ciudadanos ya no pueden seguir escapando de sus obligaciones, pues dentro de estas está la de exigir una reforma que prohíba las alianzas entre partidos políticos en cada elección, obligarlos a que vayan solos y no se unan a otro partido para no perder el registro y seguir “trabajando” por ti. Solamente así se irá depurando la sociedad mexicana de tanto partido político satélite, tanto parásito, sanguijuela, gorrón, ése que se llena la boca diciéndote que estás jodido porque quieres.

Irónicamente, los que poco trabajan y producen son quienes van a intentar resolver los problemas de los que sí producen.

Así que cuando llegue uno de ellos en precampaña a quererte marear con sus ideas de cómo mejorar tu vida, dile que mejor deje de vivir de otros y se ponga a producir, pues prometer no empobrece, pero si nubla el juicio y da esperanzas de algo que posiblemente nunca harán, pues el fin mayor de ellos siempre será alcanzar el poder, después, si te vi ni me acuerdo.

Por eso, es que los mexicanos deben ir depurando las opciones de partidos políticos que te ofrecen las mismas soluciones, una reforma que les prohíba ir en alianza y subir el porcentaje mínimo 5% para mantener el registro, de no conseguirlo, que lo pierdan.


“De esos 40 millones de pesos, nos vamos a (...) 25 millones que nos otorgaran para la campaña electoral…”, un audio filtrado del famoso candigato Alfredo “N”, porque no se hace alusión a conocido personaje de una serie televisiva de los años 80’s. Así se la gastan muchos de los parasitarios candidatos a cargo de elección popular.

Cada temporada electoral es lo mismo, audios por aquí, audios por allá y el pueblo solo se admira, ríe, algunos le festejan, otros defienden lo indefendible o se escudan en la “campaña negra electoral e incluso alegan violencia de género electoral”.

Ya no más candidatos tipo Alfredo “N”, ya basta, ya no más partidos políticos de personajes que se niegan a trabajar, que solo están viviendo parasitariamente de los mexicanos que sí trabajan, que sí producen. No se enoje por los programas sociales que existen, las becas, apoyos a adultos mayores. Enójese porque cada vez aumentan los marranitos a mantener en el corral, enójese porque cuesta y mucho darles de comer.

Pasan los años y cada vez son más, parece que algo tiene la función pública en México que una vez dentro, nadie quiere soltarla. Si sumas los cargos de regiduría, diputación local y federal, senaduría, alcaldía, gobernador y presidencia de la República, fácilmente igualas los años de dictadura de don Porfirio, la diferencia oscila en que sería una dictadura democrática como la que ya se vive.

Siguen haciendo caer al mexicano en sus tretas, los dividen, exhiben a sus opositores como lo peor y simulan baños de pueblo para ganarse su simpatía. Se desconoce cómo durante décadas los mexicanos no han podido quitarse el yugo de los partidos políticos, siguen sin comprender el poder que el pueblo unido tiene.

Los ciudadanos ya no pueden seguir escapando de sus obligaciones, pues dentro de estas está la de exigir una reforma que prohíba las alianzas entre partidos políticos en cada elección, obligarlos a que vayan solos y no se unan a otro partido para no perder el registro y seguir “trabajando” por ti. Solamente así se irá depurando la sociedad mexicana de tanto partido político satélite, tanto parásito, sanguijuela, gorrón, ése que se llena la boca diciéndote que estás jodido porque quieres.

Irónicamente, los que poco trabajan y producen son quienes van a intentar resolver los problemas de los que sí producen.

Así que cuando llegue uno de ellos en precampaña a quererte marear con sus ideas de cómo mejorar tu vida, dile que mejor deje de vivir de otros y se ponga a producir, pues prometer no empobrece, pero si nubla el juicio y da esperanzas de algo que posiblemente nunca harán, pues el fin mayor de ellos siempre será alcanzar el poder, después, si te vi ni me acuerdo.

Por eso, es que los mexicanos deben ir depurando las opciones de partidos políticos que te ofrecen las mismas soluciones, una reforma que les prohíba ir en alianza y subir el porcentaje mínimo 5% para mantener el registro, de no conseguirlo, que lo pierdan.