/ sábado 31 de julio de 2021

¿Regreso a clases?

“Yo soy partidario de que se regrese a clases, de que a finales de agosto regresemos a clases, porque ya no es posible, no es conveniente que se continúe con las clases a distancia, necesitamos pensar en los niños, en los adolescentes, y no sólo cuidarlos, que hay que hacerlo para que no se contagien, sino cuidarlos también emocionalmente y la escuela es fundamental”: Andrés Manuel López Obrador.

Los medios y el país estallan con las declaraciones del presidente mexicano. Regresar a clases presenciales será factible a finales de agosto, información sujeta a cambios respecto al actuar del virus. El regreso a clases presenciales es indetenible, existirá quien esté alegre, a quien le dé igual y quien se oponga rotundamente.

La gran ventaja que tienen los docentes del área pública, quienes no trabajan por honorarios es contar con seguro médico, ya sea del IMSS o ISSSTE, en cambio el docente de planteles privados que labora con honorarios solo cuenta con la bendita vacuna que le fue aplicada, su potencial de riesgo es mucho mayor, porque de enfermarse ¿quién le ayudará con los gastos médicos? Pero más allá de todo el asunto, aquí el principal problema es que los mexicanos tenemos un problema gigantesco de empatía y educación.

Porque seamos honestos, no hay clases, pero restaurantes están llenos, el cine, bares, cada fin de semana hay fiesta como si la pandemia fuera un chiste, entonces ¿cuál es el riesgo de volver a clases? ¿Que los niños se enfermen y se expongan? Por favor, los infantes y adolescentes se exponen todos los días y cada fin de semana en reuniones con amigos o familia.

En redes sociales se busca renta de salones con alberca, piñatas, pisteadas, fiesta por todas partes, las antenas, bares, antros, pero resulta que la única cosa en verdad riesgosa para los infantes es volver a clases, seguramente todas las demás actividades que hacen no ponen en riesgo de contagio a ningún niño o adolescente.

¿Para qué quieren seguir con clases a distancia si argumentan que no aprenden nada? No tiene sentido continuar algo que no da resultados, muchos estudiantes y padres de familia aseguran que sus hijos no aprenden nada. También seamos honestos, los docentes trabajan el doble y reciben el mismo pago, usan su electricidad, equipo y recursos para impartir algo que debería poner a su alcance el plantel educativo donde laboran sea público o privado.

Todos hablan de la importancia de reactivar la economía, pero jamás de la importancia de reactivar la educación presencial. Aunque un sistema educativo híbrido sería lo ideal, las clases teóricas a distancia y lo práctico de manera presencial con sus debidas precauciones. El problema es que dependeremos completamente de una sociedad que posee serios problemas de autoridad, que no desea acatar del todo las recomendaciones y reglas.

El regreso a clases no se puede detener, pero dependerá de que estudiantes, padres de familia y escuela hagan una buena mancuerna para que esto no termine mal, con ello nos referimos a cada uno hacer la parte que le corresponde.


“Yo soy partidario de que se regrese a clases, de que a finales de agosto regresemos a clases, porque ya no es posible, no es conveniente que se continúe con las clases a distancia, necesitamos pensar en los niños, en los adolescentes, y no sólo cuidarlos, que hay que hacerlo para que no se contagien, sino cuidarlos también emocionalmente y la escuela es fundamental”: Andrés Manuel López Obrador.

Los medios y el país estallan con las declaraciones del presidente mexicano. Regresar a clases presenciales será factible a finales de agosto, información sujeta a cambios respecto al actuar del virus. El regreso a clases presenciales es indetenible, existirá quien esté alegre, a quien le dé igual y quien se oponga rotundamente.

La gran ventaja que tienen los docentes del área pública, quienes no trabajan por honorarios es contar con seguro médico, ya sea del IMSS o ISSSTE, en cambio el docente de planteles privados que labora con honorarios solo cuenta con la bendita vacuna que le fue aplicada, su potencial de riesgo es mucho mayor, porque de enfermarse ¿quién le ayudará con los gastos médicos? Pero más allá de todo el asunto, aquí el principal problema es que los mexicanos tenemos un problema gigantesco de empatía y educación.

Porque seamos honestos, no hay clases, pero restaurantes están llenos, el cine, bares, cada fin de semana hay fiesta como si la pandemia fuera un chiste, entonces ¿cuál es el riesgo de volver a clases? ¿Que los niños se enfermen y se expongan? Por favor, los infantes y adolescentes se exponen todos los días y cada fin de semana en reuniones con amigos o familia.

En redes sociales se busca renta de salones con alberca, piñatas, pisteadas, fiesta por todas partes, las antenas, bares, antros, pero resulta que la única cosa en verdad riesgosa para los infantes es volver a clases, seguramente todas las demás actividades que hacen no ponen en riesgo de contagio a ningún niño o adolescente.

¿Para qué quieren seguir con clases a distancia si argumentan que no aprenden nada? No tiene sentido continuar algo que no da resultados, muchos estudiantes y padres de familia aseguran que sus hijos no aprenden nada. También seamos honestos, los docentes trabajan el doble y reciben el mismo pago, usan su electricidad, equipo y recursos para impartir algo que debería poner a su alcance el plantel educativo donde laboran sea público o privado.

Todos hablan de la importancia de reactivar la economía, pero jamás de la importancia de reactivar la educación presencial. Aunque un sistema educativo híbrido sería lo ideal, las clases teóricas a distancia y lo práctico de manera presencial con sus debidas precauciones. El problema es que dependeremos completamente de una sociedad que posee serios problemas de autoridad, que no desea acatar del todo las recomendaciones y reglas.

El regreso a clases no se puede detener, pero dependerá de que estudiantes, padres de familia y escuela hagan una buena mancuerna para que esto no termine mal, con ello nos referimos a cada uno hacer la parte que le corresponde.