/ sábado 6 de marzo de 2021

¿Regreso a clases presenciales?

Año electoral y curiosamente por arte de magia el Semáforo Epidemiológico Nacional empieza a cambiar de color. Sonora se encuentra a casi nada de entrar al verde y con ello volvería a la tan añorada normalidad que tanto espera la ciudadanía. El verde en el semáforo tiene esos tintes, tipo aguas frescas que vendía el “Chavo del 8” en la serie. Es verde, se ve como amarillo, parece naranja, pero está en rojo.

Según el secretario de Salud, Enrique Clausen Iberri, Sonora podría estar listo para regresar a clases presenciales una vez que se instaure el verde en el estado. De igual forma, la asistencia a planteles educativos quedaría al escrutinio de los padres de familia.

¿Estarán planteles educativos, personal docente, administrativo, padres de familia y estudiantes listos?

Un gran desafío será realizar rápidamente un plan logístico efectivo que cumpla todas las exigencias sanitarias para que el retorno a los planteles educativos no desencadene una ola de contagios superior a las anteriores.

Y es que no es solo volver a la escuela como si no pasara nada, además de un desafío logístico impresionante, también conlleva un desafío económico altamente considerable para las partes involucradas.

El gasto que se efectuará al comprar constantemente cubreboca, gel antibacterial, desinfectar áreas, además del riesgo potencial que significaría contraer el virus y esparcirlo en casa, hace pensar que no sería una buena idea el regreso, pues de enfermarse algún miembro de la familia se corre el riesgo que todos estén en cuarentena, con ello se triplicarían o cuatriplicarían los gastos médicos, sin mencionar que volverían a saturarse los hospitales y servicios de salud.

Respecto al área docente, tal vez en escuelas públicas cuenten con algún seguro médico que les cubra en caso de enfermar, pero los docentes de planteles privados que trabajan bajo el esquema de honorarios carecen de un seguro médico que pueda proveerles tranquilidad al momento de tal vez regresar a modalidad presencial en las instituciones educativas.

No sólo se requiere una fuerte inversión y logística para organizar y llevar a cabo un regreso a clases eficiente, que no termine en un rebrote de la epidemia, también un fuerte compromiso de todas las partes involucradas para mitigar efectos adversos.

Mientras la campaña de vacunación en México no despegue como se debe, pues aún falta suministrar demasiadas dosis, un regreso a clases presencial en los planteles educativos sin haber recibido la vacuna ningún docente, personal administrativo o estudiante, aumenta considerablemente el riesgo de sufrir daños irreversibles en la salud de ellos.

Todo este cambio repentino en los colores del semáforo epidemiológico se espera no tenga nada que ver la época electoral que se avecina y que por ello se esté cambiando el semáforo, por un capricho electoral, no porque sea lo ideal.

La vacunación debería ser la principal prioridad del gobierno mexicano, por encima de cualquier cosa, incluso de un período electoral, pues dándole prioridad a ello se reactivaría más rápido la economía y el país entero, después de eso las elecciones serían lo conveniente.


Año electoral y curiosamente por arte de magia el Semáforo Epidemiológico Nacional empieza a cambiar de color. Sonora se encuentra a casi nada de entrar al verde y con ello volvería a la tan añorada normalidad que tanto espera la ciudadanía. El verde en el semáforo tiene esos tintes, tipo aguas frescas que vendía el “Chavo del 8” en la serie. Es verde, se ve como amarillo, parece naranja, pero está en rojo.

Según el secretario de Salud, Enrique Clausen Iberri, Sonora podría estar listo para regresar a clases presenciales una vez que se instaure el verde en el estado. De igual forma, la asistencia a planteles educativos quedaría al escrutinio de los padres de familia.

¿Estarán planteles educativos, personal docente, administrativo, padres de familia y estudiantes listos?

Un gran desafío será realizar rápidamente un plan logístico efectivo que cumpla todas las exigencias sanitarias para que el retorno a los planteles educativos no desencadene una ola de contagios superior a las anteriores.

Y es que no es solo volver a la escuela como si no pasara nada, además de un desafío logístico impresionante, también conlleva un desafío económico altamente considerable para las partes involucradas.

El gasto que se efectuará al comprar constantemente cubreboca, gel antibacterial, desinfectar áreas, además del riesgo potencial que significaría contraer el virus y esparcirlo en casa, hace pensar que no sería una buena idea el regreso, pues de enfermarse algún miembro de la familia se corre el riesgo que todos estén en cuarentena, con ello se triplicarían o cuatriplicarían los gastos médicos, sin mencionar que volverían a saturarse los hospitales y servicios de salud.

Respecto al área docente, tal vez en escuelas públicas cuenten con algún seguro médico que les cubra en caso de enfermar, pero los docentes de planteles privados que trabajan bajo el esquema de honorarios carecen de un seguro médico que pueda proveerles tranquilidad al momento de tal vez regresar a modalidad presencial en las instituciones educativas.

No sólo se requiere una fuerte inversión y logística para organizar y llevar a cabo un regreso a clases eficiente, que no termine en un rebrote de la epidemia, también un fuerte compromiso de todas las partes involucradas para mitigar efectos adversos.

Mientras la campaña de vacunación en México no despegue como se debe, pues aún falta suministrar demasiadas dosis, un regreso a clases presencial en los planteles educativos sin haber recibido la vacuna ningún docente, personal administrativo o estudiante, aumenta considerablemente el riesgo de sufrir daños irreversibles en la salud de ellos.

Todo este cambio repentino en los colores del semáforo epidemiológico se espera no tenga nada que ver la época electoral que se avecina y que por ello se esté cambiando el semáforo, por un capricho electoral, no porque sea lo ideal.

La vacunación debería ser la principal prioridad del gobierno mexicano, por encima de cualquier cosa, incluso de un período electoral, pues dándole prioridad a ello se reactivaría más rápido la economía y el país entero, después de eso las elecciones serían lo conveniente.