/ sábado 24 de octubre de 2020

Sin compromiso

“Hay que romper los monopolios contemporáneos- sean los del estado, los partidos o el capitalismo privado- y encontrará formas nuevas y realmente efectivas, de control democrático y popular lo mismo del poder político y económico que de los medios de información y de la educación… en mi utopía, no todos somos felices, pero al menos todos somos responsables”: Postdata, Octavio Paz

El 2018 se rompió el monopolio o duopolio político, el hartazgo rezagado de un país inmerso en la impunidad, delincuencia, autoridades policíacas y judiciales de dudosa reputación, aunado a los miles y miles de millones de pesos desviados de quienes al amparo del poder se enriquecieron y saquearon las arcas públicas durante décadas.

De un duopolio, de regímenes en los que ellos se repartían el pastel llamado México, se pasó supuestamente al partido de un solo hombre, ¿malo, bueno? El tiempo dirá.

Luego de la Revolución Mexicana, el partido tricolor se apropió del poder durante más de 70 años, fue gobierno de un solo hombre durante décadas, de un solo partido, de una sola idea. En el 2000 vendría la corta hegemonía panista, que logró en 12 años lo que ni el tricolor en 70, sumir al país en una guerra contra el narcotráfico y juró era necesaria, a más de 10 años de esa guerra, los resultados son un exsecretario de Defensa detenido en Estados Unidos, así como el “súper policía Genaro García Luna” y otros más que se les irán sumando, al parecer la acusación de AMLO de un “narcoestado” no estaba tan errada como se pensaba.

La nueva sangre del tricolor dejó estragos en el país, aquel “nuevo tricolor” y sus 22 mejores gallos aparentemente desaparecieron la pequeña cantidad de poco más de 250 mil millones de pesos.

¿Qué hegemonía ha convenido más? ¿Azules o rojos? La respuesta sería ninguna, aun así existen personas que se rasgan las vestiduras defendiendo los peores colores que han podido gobernar al país, defienden aquello que los “Firulais” temen perder, su hueso.

Qué decir de medios de comunicación traidores que se encargaron de endulzar ojos, oído y razón dibujando una realidad dictada por los “polacos” para que todo siguiera igual, aún en pleno 2020 existen muchos comunicadores que lloran, patalean y reclaman como nunca lo habían hecho en su vida, después de tanto tiempo, se animaron a trabajar.

Los que critican toda decisión actual no son buenos para dar a conocer con quién estaríamos mejor, porque ni ellos saben, no ha existido comunicador alguno que salga a decir cabalmente que con Meade, Anaya o “El Bronco” se estaría mejor.

AMLO se va en 2024 y el tiempo habrá de juzgarlo, cuando le comenten por qué existe mucho crítico de derecha, no lo encasille en ser de izquierda, solo dese cuenta que los gobiernos federales de derecha son los únicos que se habían tenido en la historia del México moderno, el tiempo habrá de juzgarlo todo, sean pacientes, pero cuídense de los comunicadores y exlíderes que lloran y patalean sin haberlo hecho con el caos que imperaba antes, porque tenían su biberón.


“Hay que romper los monopolios contemporáneos- sean los del estado, los partidos o el capitalismo privado- y encontrará formas nuevas y realmente efectivas, de control democrático y popular lo mismo del poder político y económico que de los medios de información y de la educación… en mi utopía, no todos somos felices, pero al menos todos somos responsables”: Postdata, Octavio Paz

El 2018 se rompió el monopolio o duopolio político, el hartazgo rezagado de un país inmerso en la impunidad, delincuencia, autoridades policíacas y judiciales de dudosa reputación, aunado a los miles y miles de millones de pesos desviados de quienes al amparo del poder se enriquecieron y saquearon las arcas públicas durante décadas.

De un duopolio, de regímenes en los que ellos se repartían el pastel llamado México, se pasó supuestamente al partido de un solo hombre, ¿malo, bueno? El tiempo dirá.

Luego de la Revolución Mexicana, el partido tricolor se apropió del poder durante más de 70 años, fue gobierno de un solo hombre durante décadas, de un solo partido, de una sola idea. En el 2000 vendría la corta hegemonía panista, que logró en 12 años lo que ni el tricolor en 70, sumir al país en una guerra contra el narcotráfico y juró era necesaria, a más de 10 años de esa guerra, los resultados son un exsecretario de Defensa detenido en Estados Unidos, así como el “súper policía Genaro García Luna” y otros más que se les irán sumando, al parecer la acusación de AMLO de un “narcoestado” no estaba tan errada como se pensaba.

La nueva sangre del tricolor dejó estragos en el país, aquel “nuevo tricolor” y sus 22 mejores gallos aparentemente desaparecieron la pequeña cantidad de poco más de 250 mil millones de pesos.

¿Qué hegemonía ha convenido más? ¿Azules o rojos? La respuesta sería ninguna, aun así existen personas que se rasgan las vestiduras defendiendo los peores colores que han podido gobernar al país, defienden aquello que los “Firulais” temen perder, su hueso.

Qué decir de medios de comunicación traidores que se encargaron de endulzar ojos, oído y razón dibujando una realidad dictada por los “polacos” para que todo siguiera igual, aún en pleno 2020 existen muchos comunicadores que lloran, patalean y reclaman como nunca lo habían hecho en su vida, después de tanto tiempo, se animaron a trabajar.

Los que critican toda decisión actual no son buenos para dar a conocer con quién estaríamos mejor, porque ni ellos saben, no ha existido comunicador alguno que salga a decir cabalmente que con Meade, Anaya o “El Bronco” se estaría mejor.

AMLO se va en 2024 y el tiempo habrá de juzgarlo, cuando le comenten por qué existe mucho crítico de derecha, no lo encasille en ser de izquierda, solo dese cuenta que los gobiernos federales de derecha son los únicos que se habían tenido en la historia del México moderno, el tiempo habrá de juzgarlo todo, sean pacientes, pero cuídense de los comunicadores y exlíderes que lloran y patalean sin haberlo hecho con el caos que imperaba antes, porque tenían su biberón.