/ sábado 3 de octubre de 2020

Temporada de zopilotes 2021

“Los zopilotes son aves carroñeras que en zonas urbanas también se alimentan de basura. Con las alas abiertas llegan a medir metro y medio; de aguda vista y pico curvo, cabeza y cuello grises, con plumaje negro. Un testigo afirmó que durante febrero de 1913, viniendo de quién sabe dónde, aparecieron por la Ciudad de México miles de ellos”: Paco Ignacio Taibo II, “Temporada de zopilotes”.

Aquel ruin y descarado golpe de estado al gobierno de Francisco I. Madero, orquestado por los mexicanos que se dejaron endulzar el oído por cierto cónsul de un conocido país que trae en su bandera barras y estrellas, se llevó a cabo aquella decena trágica.

El 2021 será un panorama menos caótico y posiblemente no se tenga alcaldes o gobernadores que duren en su cargo 45 minutos como en su momento Pedro Lascuraín, pero posiblemente sí se vean por los cielos electorales un sinfín de zopilotes, de diferentes colores y sabores, que se darán cita en los comicios venideros.

Los escenarios son similares, se gesta un intento de golpe, no de estado, pero sí de revés de quienes perdieron el poder y un sinfín de privilegios los comicios pasados. El cielo se torna nebuloso, oscuro, la tormenta se avecina y los zopilotes vuelan en círculos, ansiosos de poder degustar un festín como nunca se ha visto en la era de la partidocracia, el banquete de México.

Los comicios de 2021 serán la batalla más difícil para el mexicano en las urnas, pues por todos lados surgen un sinfín de “expertos, intelectuales, salvadores, líderes empresariales y capitales extranjeros” que utilizan el panorama caótico global causado por el Covid-19 para tratar de hacer ver que todo está mal y ellos lo hubieran hecho mejor. Absurdo, dar otra oportunidad a quienes dejaron el país al borde del abismo, a quienes desataron una guerra sangrienta que jamás tendrá fin y quienes a otras fuerzas políticas se unieron en una de las traiciones más grandes del siglo XXI en la “polaca” mexicana, el reprobable “Pacto por México”.

¿Seremos víctimas de nuestra ignorancia? ¿Dejaremos que miles de intelectuales que callaron durante años y sexenios ahora intenten decirle a quienes vivieron devaluaciones, privatizaciones, desvío de recursos públicos, décadas de impunidad a delincuentes de “cuello blanco”, asesinato de periodistas, hombres, mujeres niños en manos del crimen organizado nos digan que el pasado era glorioso y el presente una infamia? Por supuesto que no debería ser así.

Lea, infórmese y no se deje engañar por el revoloteo del zopilote, cual ave de rapiña está a la espera para endulzarle el oído y decirle que les regrese el poder perdido.

Ya se le ha traicionado al pueblo de México en varias ocasiones, no puede seguir teniendo memoria tan corta, no se debe dejar engañar por esas aves que les prometen sacarle del mismo lodazal en que ellos le metieron.

“Todo el mal que puede desplegarse en el mundo, se esconde en un nido de traidores”: Francesco Petrarca.


“Los zopilotes son aves carroñeras que en zonas urbanas también se alimentan de basura. Con las alas abiertas llegan a medir metro y medio; de aguda vista y pico curvo, cabeza y cuello grises, con plumaje negro. Un testigo afirmó que durante febrero de 1913, viniendo de quién sabe dónde, aparecieron por la Ciudad de México miles de ellos”: Paco Ignacio Taibo II, “Temporada de zopilotes”.

Aquel ruin y descarado golpe de estado al gobierno de Francisco I. Madero, orquestado por los mexicanos que se dejaron endulzar el oído por cierto cónsul de un conocido país que trae en su bandera barras y estrellas, se llevó a cabo aquella decena trágica.

El 2021 será un panorama menos caótico y posiblemente no se tenga alcaldes o gobernadores que duren en su cargo 45 minutos como en su momento Pedro Lascuraín, pero posiblemente sí se vean por los cielos electorales un sinfín de zopilotes, de diferentes colores y sabores, que se darán cita en los comicios venideros.

Los escenarios son similares, se gesta un intento de golpe, no de estado, pero sí de revés de quienes perdieron el poder y un sinfín de privilegios los comicios pasados. El cielo se torna nebuloso, oscuro, la tormenta se avecina y los zopilotes vuelan en círculos, ansiosos de poder degustar un festín como nunca se ha visto en la era de la partidocracia, el banquete de México.

Los comicios de 2021 serán la batalla más difícil para el mexicano en las urnas, pues por todos lados surgen un sinfín de “expertos, intelectuales, salvadores, líderes empresariales y capitales extranjeros” que utilizan el panorama caótico global causado por el Covid-19 para tratar de hacer ver que todo está mal y ellos lo hubieran hecho mejor. Absurdo, dar otra oportunidad a quienes dejaron el país al borde del abismo, a quienes desataron una guerra sangrienta que jamás tendrá fin y quienes a otras fuerzas políticas se unieron en una de las traiciones más grandes del siglo XXI en la “polaca” mexicana, el reprobable “Pacto por México”.

¿Seremos víctimas de nuestra ignorancia? ¿Dejaremos que miles de intelectuales que callaron durante años y sexenios ahora intenten decirle a quienes vivieron devaluaciones, privatizaciones, desvío de recursos públicos, décadas de impunidad a delincuentes de “cuello blanco”, asesinato de periodistas, hombres, mujeres niños en manos del crimen organizado nos digan que el pasado era glorioso y el presente una infamia? Por supuesto que no debería ser así.

Lea, infórmese y no se deje engañar por el revoloteo del zopilote, cual ave de rapiña está a la espera para endulzarle el oído y decirle que les regrese el poder perdido.

Ya se le ha traicionado al pueblo de México en varias ocasiones, no puede seguir teniendo memoria tan corta, no se debe dejar engañar por esas aves que les prometen sacarle del mismo lodazal en que ellos le metieron.

“Todo el mal que puede desplegarse en el mundo, se esconde en un nido de traidores”: Francesco Petrarca.