/ sábado 7 de noviembre de 2020

Tortuguismo legislativo no permite avanzar en reformas constitucionales del orden federal

El Congreso de Sonora desde anteriores legislaturas ha sido una de los últimos, en comparación con el resto de los estados, en aprobar las reformas constitucionales promovidas por los presidentes de la República y avalados por el Congreso de la Unión.

El tortuguismo legislativo es una práctica común y no precisamente por culpa de los legisladores, sino de la técnica legislativa que hace retrasar todo el proceso, tal es el caso de las reformas a la Carta Magna federal, la cual lleva todo un proceso en Sonora.

En agosto del año pasado inicié, en mi facultad de diputado, un análisis a la Ley Orgánica del Poder Legislativo, con la finalidad de acelerar el paso para reformas constitucionales, porque no me explicaba cómo en otros estados se aprobaban con tal rapidez que se lograba la mayoría y Sonora siempre fuera del decreto y pues dichas modificaciones quedaban publicadas en el Boletín Oficial sin el aval de los 33 legisladores sonorenses.

Como presidente de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, a la cual se le turnan las reformas enviadas de la Cámara de Diputados, veo con importancia que se cambie el curso y es que actualmente la ley pide una socialización de 10 días, más otros días para la convocatoria de la comisión y ya con eso se suman casi 14 días y para ese entonces las reformas ya fueron promulgadas.

Es importante que desde el Congreso del estado impulsemos iniciativas que beneficien a los sonorenses y creo que hasta este momento así se ha trabajado, sin embargo debemos poner atención también en este tipo de detalles que hacen que a nivel nacional no se reconozca el esfuerzo y voto de los legisladores sonorenses, sobre todo demostrando el apoyo total al presidente Andrés Manuel López Obrador.

Tenemos pendiente de sacar adelante esta reforma, evitar el tortuguismo legislativo y sobre todo demostrarle a los sonorenses, Cámara de Diputados y gobierno federal que no es un desdén de los diputados, sino son las leyes no actualizadas.


El Congreso de Sonora desde anteriores legislaturas ha sido una de los últimos, en comparación con el resto de los estados, en aprobar las reformas constitucionales promovidas por los presidentes de la República y avalados por el Congreso de la Unión.

El tortuguismo legislativo es una práctica común y no precisamente por culpa de los legisladores, sino de la técnica legislativa que hace retrasar todo el proceso, tal es el caso de las reformas a la Carta Magna federal, la cual lleva todo un proceso en Sonora.

En agosto del año pasado inicié, en mi facultad de diputado, un análisis a la Ley Orgánica del Poder Legislativo, con la finalidad de acelerar el paso para reformas constitucionales, porque no me explicaba cómo en otros estados se aprobaban con tal rapidez que se lograba la mayoría y Sonora siempre fuera del decreto y pues dichas modificaciones quedaban publicadas en el Boletín Oficial sin el aval de los 33 legisladores sonorenses.

Como presidente de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, a la cual se le turnan las reformas enviadas de la Cámara de Diputados, veo con importancia que se cambie el curso y es que actualmente la ley pide una socialización de 10 días, más otros días para la convocatoria de la comisión y ya con eso se suman casi 14 días y para ese entonces las reformas ya fueron promulgadas.

Es importante que desde el Congreso del estado impulsemos iniciativas que beneficien a los sonorenses y creo que hasta este momento así se ha trabajado, sin embargo debemos poner atención también en este tipo de detalles que hacen que a nivel nacional no se reconozca el esfuerzo y voto de los legisladores sonorenses, sobre todo demostrando el apoyo total al presidente Andrés Manuel López Obrador.

Tenemos pendiente de sacar adelante esta reforma, evitar el tortuguismo legislativo y sobre todo demostrarle a los sonorenses, Cámara de Diputados y gobierno federal que no es un desdén de los diputados, sino son las leyes no actualizadas.