En Sonora, los fariseos son figuras simbólicas de Cuaresma y Semana Santa, quienes deambulan con sus danzas que acompañan con música de tambor y cascabeles.
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Vistiendo atuendo peculiares que consisten en un pantalón y camisa casual, huaraches, además portan una máscara de piel animal ( puede ser venado , cabra o cuero de vaca) y cascabeles en brazos, piernas y cintura, con los cuales generan un sonido característico cuando danzan el paso conocido como “pascola”.
Completando el atuendo, portan sonajas y uno de ellos es el encargado de tocar el tambor que marca el ritmo de la danza que realizan durante el periodo cuaresmal, mismo en el cual no pueden ingerir bebidas alcohólicas, tener relaciones sexuales, ni bañarse.
Otra de las características peculiares es que están impedidos de hablar, por la manda que cumplen en espera que se cumpla una petición a Dios, pero se sabe que durante cuarenta días de esta festividad recorren calles y barrios de las ciudades sonorenses.
Para cumplir las mandas a Jesús, guardan silencio, sólo contestan afirmativamente con la cabeza algunas preguntas, sobre el propósito por el que realizan estos ritos en memoria de la Pasión de Cristo.
Con señas indican que tienen peticiones al Creador, entre ellas por la salud de familiares enfermos y, por eso, deben vagar por las ciudades que eligen y a donde viajan desde sus ciudades de origen en Sinaloa, principalmente.
¿CÓMO NACE LA TRADICIÓN?
Investigadores del Colegio de Sonora, realizaron un estudio a fondo, señalan que esta costumbre tiene sus orígenes en pueblo yaqui.
En uno de sus artículos, Ana Luz Ramírez Zavala, investigadora, señala que durante la Cuaresma es común el encuentro con los fariseos en las calles de los municipios, quienes tocan sus tambores y hacen sonar sus tenabaris (cascabeles).“A cambio de unas monedas para financiar las fiestas de la Pasión”, dijo.
Esta celebración es una importante tradición religiosa entre los yaquis, la cual data de la época colonial, cuando su territorio fue organizado en misiones jesuitas.
A esta representación de los yaquis sobre la Pasión de Cristo, desde la persecución, muerte y resurrección, se sumaron otros elementos y rituales propios de la concepción del mundo yoéme, término con el que se refieren a sí mismos los yaquis en su lengua.
Según un estudio de El Colegio de Sonora, los fariseos yaquis y también mayos, que residen en Sonora, empiezan este ritual durante el Miércoles de Ceniza, cuando se comprometen a cumplir la manda a Dios.
Después de deambular durante la Cuaresma, el Sábado de Gloria se realiza la quema de máscaras, la cual es una celebración de la vida, de la culminación de un ciclo y el inicio de otro, donde los participantes renuncian a sus errores y se comprometen a una nueva vida, por los favores divinos recibidos.
También dicho sábado se realizan las ceremonias de incineración de Judas y el Paseo del Mal Humor, las cuales son de gran alegría por el triunfo del bien sobre el mal, y en víspera de la Resurrección de Jesús.