Guanajuato, Gto. (OEM-Informex).- No hay plazo que no llegue, ni fecha que no se cumpla y esta noche, el escenario de la Alhóndiga de Granaditas realizó un viaje a través de México y su historia de la mano de Lila Downs.
En punto de las ocho de la noche, el escenario se oscureció y el show de Lila comenzó en uno de los recintos de la capital del estado, casi de la misma manera que aquélla noche del 2001, última vez que Lila pisó este importante escenario.
Lila Downs trajo al escenario una verdadera fiesta de las culturas, en la que canciones como Yo ya me voy y El son del chile dieron inicio a lo que sería una noche sin igual en el Festival Internacional Cervantino.
“Estoy muy contenta de estar aquí, Guanajuato, en esta tierra que quiero tanto y cuna de mis grandes ídolos de la música mexicana”.
La noche continuó con sus éxitos La Campanera, La Martiniana y Tortolita, canciones que a más de uno hicieron sacar su dispositivo móvil para guardar el recuerdo de este concierto que a lo lejos se oía el ¡Viva México!
La noche pasó de la fiesta al despecho con los primeros acordes de Dos Corazones y Mirror.
Una de las representantes de las mujeres mexicanas sin duda alguna es Lila, quien no pierde la oportunidad de darle voz a aquéllas que no lo tienen o que ya no están, y esta noche en la capital cervantina no fue la excepción, dedicándole la canción Dignificada a Digna Ochoa y las miles de mujeres que se encuentran desaparecidas en México.
Durante la interpretación de Dignificada, el escenario vibró con la aparición de una Catrina, personificada por el salmantino, Esteban Rafael Navarro.
Segundos antes de la interpretación El Último trago, que hiciera famosa el cantautor guanajuatense José Alfredo Jiménez, una chica que se encontraba entre el público que se dio cita a esta noche, gritó con todas sus fuerzas hasta ser escuchada por la artista oaxaqueña, a quien sin miedo le pidió que la dejara interpretar una canción a su lado en frente del público cervantino.
Arropada con un vestido color fucsia con negro, la cantautora mostró las diferentes formas de lucir el rebozo mexicano, sombreros y las típicas flores que tanto le gustan para adornar su peinado, todo de acuerdo con el tema que interpretaba con su grandiosa voz y estilo único.
La noche entró en su recta final con la interpretación de Envidia, Cucurrucucú Paloma, Zapata y La cumbia del mole; esta última hizo que todos los asistentes acompañados o solos sacaran sus mejores pasos de baile.
Al grito de “Lila, Lila, otra, otra”, Lila Downs realizaba lo que parecía su despedida de este importante escenario, sin embargo, la cantautora, al escuchar la entrega del público capitalino no dudó ni dos veces en regalarles más de sus interpretaciones.
Esta noche llena de amor, magia, culturas, tuvo su broche de oro con la interpretación de Tu recuerdo y yo, Vámonos, del maestro José Alfredo Jiménez, y su éxito Mezcalito.
Publicado originalmente en El Sol de Irapuato