Vestigios de hogueras en cenote de Tulum revelan asentamientos humanos a finales de la Era de Hielo

La investigación prueba que el fuego de esos lugares fue creado por los primeros pobladores de nuestro continente

Carmen Sánchez | El Sol de México

  · jueves 7 de mayo de 2020

TULUM.- Una nueva investigación clave para entender el pasado de la población del continente americano y de la península yucateca, comprueba por primera vez en un contexto subacuático que cazadores-recolectores encendieron y utilizaron fuego en el espacio hoy conocido como la Cámara de los Ancestros, formación ubicada en el sistema de cuevas del cenote Aktun Ha, en Quintana Roo.

La ubicación de este sitio está a 150 metros de penetración desde la entrada del cenote y a 26 metros de profundidad y se dio a conocer por primera vez en 1990, cuando dos espeleobuzos de apellidos Coke y Young, hicieron un primer recorrido en ella, ubicando tres acumulaciones de carbón, las cuales ahora se sabe fueron fogatas.

Son 14 hogueras prehistóricas, cuyas muestras, obtenidas entre 2017 y 2018, fueron sometidas a estudios de laboratorio: calentamiento controlado, petrografía, tafonomía, espectroscopía de resonancia magnética nuclear y datación por carbono 14, entre otros.

Avalados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que informó de este hallazgo, los nuevos datos de la Cámara de los Ancestros, un espacio de alrededor de 20 metros cuadrados por 5 o 6 metros de altura, fueron publicados en el más reciente número de la revista Geoarchaeology.

El lugar fue explorado en el 1998 por el INAH y cuatro años más tarde se tomaron las primeras muestras. Sin embargo, consideran expertos, en la más reciente temporada se localizaron, además de las hogueras, pequeñas rocas, las cuales por su morfología y características, indican que pudieron ser herramientas: percutores, raspadores o lascas.

Adscrito a la Dirección de Estudios Arqueológicos (DEA) del INAH, el arqueólogo Luis Alberto Martos López habló de dos aspectos de la investigación, una relativa a una antigüedad que oscila entre 10 mil 750 y 10 mil 250 años antes del presente. Esta es la temporalidad más antigua reportada para carbón con asociación humana en un cenote de la península, que coincide con el fin de la última glaciación, ocurrida en el transcurso del periodo Pleistoceno al Holoceno.

La confirmación de que dichas hogueras, algunas de las cuales alcanzaron temperaturas de 600°C, tuvieron un origen antropogénico in situ, es decir, se descarta que los restos de carbón llegaran mediante la acción natural del agua tras el aumento del nivel del mar en la Tierra, se informa.

Martos refiriere que el proyecto fue autorizado por el Consejo de Arqueología del INAH, y desarrollado bajo la coordinación de los investigadores Octavio del Río Lara y Rafael López Martínez, así como con la participación de Adriana Velázquez Morlet, quien en 2018 se desempeñaba como directora del Centro INAH Quintana Roo.

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Aktun Ha se convirtió así en la primera cueva inundada, a nivel nacional, que mostró ocupación temporal humana prehistórica, quizá como habitación, refugio e incluso para fines rituales. Otros notables descubrimientos verificados por el INAH en contextos semejantes son los de Naharon, las Palmas y Hoyo Negro, con antiguos restos humanos, también ubicados en el laberíntico subsuelo que rodea a Tulum, y contemporáneos a los individuos que habitaron el cenote en cuestión.

“La trascendencia de estos hallazgos es que nos ayudan a reconstruir la historia del fuego, de gran importancia para el estudio de la evolución y migración humana. Por otra parte, aparentemente, las cavernas de Naharon y Las Palmas fueron usadas con fines funerarios, mientras que Hoyo Negro parece haber sido un sitio para abastecimiento de agua. En este caso tenemos un espacio, aparentemente, usado como habitación y refugio”, destacó el experto.

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