¿Qué son "hijos parásito”? Terapeuta de SLRC habla al respecto

Si eres mayor de 25 años o tienes una carrera universitaria y aún vives con tus papás, podría ser tiempo de buscar nuevas metas como persona independiente

Oscar Gómez | Tribuna de San Luis

  · viernes 6 de noviembre de 2020

Aunque no todos son "ninis", en las familias mexicanas es común que hijos de más de 30 años sigan viviendo del recurso de los padres. / Cortesía | El Sol de Sinaloa

Aunque pareciera no ser un problema en la mayoría de los casos, un “hijo parásito” es un personaje muy común dentro de las familias mexicanas, principalmente debido a las dificultades que estos podrían enfrentar ante la sociedad en cuanto a empleo, vivienda, economía y procreación, siendo estos algunos temas que buscan evadir, directa o indirectamente, con el respaldo de los padres.

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Funcionarios públicos de diversas dependencias de gobierno participan en el programa “Educación socioemocional”/ Cortesía | SEC Sonora

Sin haber un número preciso de estos casos, el psicólogo especialista en Terapia Infantil y Educación, Juan José Díaz Núñez, mencionó que esto tiene mucha presencia debido a la cultura de este país, en la que se permiten sinfín de comportamientos y acciones, aunque sean dañinos para unos.

“En otros países como Estados Unidos, normalmente el hijo cumple 18 años y vela por su educación universitaria, se va a estudiar lejos a otra casa, pero en México, regularmente, buscan irse del núcleo familiar hasta los 28 o 30 años. De hecho, hay quienes aún tienen 40 años y siguen viviendo de lo que le dan los papás”, explicó y agregó que identificarlos podría resultar fácil, pero darles seguimiento con apoyo emocional y terapia suele ser lo más difícil.

En ese sentido, el también coordinador académico general de Universidad Vizcaya de las Américas explicó que un “hijo parásito” podría tener dificultad para conseguir o mantener un empleo, no sigue las reglas y no son responsables de sí mismos en cuanto al aspecto o higiene; no obstante, son exigentes y creen tener el derecho de pedirle sustento económico o alimenticio a sus progenitores.

Otros casos son estudiantes universitarios de licenciatura o posgrados que, debido a las facilidades que su entorno le presta, decide no salirse del primer hogar.

Cortesía | @mejorconsalud

“Muchos se escudan en eso y con tal de no salirse para que sus padres sigan manteniéndolo se meten a estudiar. El problema llega cuando no aportan a la casa o gastos familiares; es una cultura muy bonita ser tan apegados a los padres, pero es una línea muy delgada”, expresó el entrevistado.

¿CÓMO AYUDARLOS?

Debido a que dicho comportamiento surge por la falta de motivación o propósitos, el terapeuta recomienda a los padres de familia a acercarse a sus hijos para repartir responsabilidades e invitarlos a realizar una vida independiente ya sea en pareja o solos.

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“Apoyarlos no es mantenerlos, es muy distinto. Los papás tienen que brindarle al hijo una ayuda emocional. No les den dinero, mejor motívenlos a iniciar proyectos y, sobre todo, a que busquen terapia psicológica para encontrar un punto de inicio para una nueva etapa productiva y en la que puedan sobresalir”, dijo y agregó que los errores en familia son para aprender a ser mejores y que tanto hijos como padres no deben avergonzarse.