La resaca, es resultado del consumo excesivo de alcohol y generalmente los síntomas se presentan un día después de la ingesta; entre las manifestaciones más comunes hay dolor de cabeza, náuseas, sudoración, malestar general, vómitos y en ocasiones dolor abdominal; ardor en el estómago, calambres, debilidad muscular, ansiedad y ocasionalmente diarrea.
Médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) destacan que para prevenir estas molestias es importante consumir cantidades moderadas o mínimas de bebidas alcohólicas y definitivamente evitarlo, más aún cuando la persona no está bien alimentada; es vital nunca beber en ayunas. Además, el consumo de agua es fundamental, ya que ingerir alcohol provoca orinar más seguido, lo que conlleva deshidratación.
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Las personas que consumen cerveza o licor y no se alimentan adecuadamente están expuestos a que se les bajen los niveles de azúcar, provocando dolor de cabeza, náuseas y vómitos.
Los profesionales de la salud destacan que, para reducir este tipo de molestias, se deben consumir dulces o grasas antes de la ingesta de alcohol, ya que retardan su absorción. Otro punto importante, es evitar dormirse inmediatamente después de haber bebido, lo ideal es esperar por lo menos tres horas después de la última ingesta.
Es necesario procurar la ingesta de agua antes de dormir, lo ideal es que sea la misma cantidad que se consumió de bebidas alcohólicas, para evitar la deshidratación y las molestias corporales al día siguiente. También es recomendable no fumar, ni consumir cafeína, ya que incrementan la intoxicación etílica.
Se recomienda a quienes hayan abusado del consumo de alcohol que tomen de dos a tres litros de agua y alternar con bebidas que contengan electrolitos, sodio y potasio para recuperar los líquidos y las sales que se pierden en grandes cantidades cuando se está ebrio.
Los remedios populares, como comer alimentos picantes, pueden dañar el tubo digestivo, mientras que con las bebidas "energizantes" hay riesgo de alteraciones de los sistemas nervioso y cardíaco y aunque los analgésicos ayudan a superar malestares como el dolor de cabeza, conviene indicar que algunos son irritantes para el estómago y provocan gastritis.
El consumo de alimentos con picante puede ayudar en cierta medida a que la persona recupere potasio, aunque con los riesgos ya mencionados.
Respecto a las frutas, existe el mito de que su consumo, en particular el de la sandía, puede ser letal para la persona con "resaca", pero esto carece de fundamento científico.
Los médicos hacen hincapié que, por estatura, peso y genética, las mujeres se alcoholizan más rápido y con menos cantidad que los hombres. La recomendación en general es evitar el consumo excesivo de bebidas embriagantes, ya que se ha demostrado que dañan órganos vitales como el hígado y son la causa de accidentes, muchas veces fatales, además de ausentismo laboral.