A simple vista parece un simple que Hase cayó del cielo hacia el monte Colletto Fava en Italia, pero la realidad es muy distinta e interesante.
¡MÁS FÁCIL Y MÁS SENCILLO! SUSCRÍBETE NUESTRA EDICIÓN DIGITAL AQUÍ
La verdad es que ningún gigante perdió su peluche y nadie arrojó a este conejo desde un avión, Hase “nació” ahí mismo.
Los creadores de esta obra son cuatro amigos, que decidieron construir a Hase con la finalidad de darle diversión a los visitantes, quienes podrán sentirse Gulliver.
Los amigos se conocieron en un campamento de verano y se convirtieron en grandes amigos.
En 2005 “nació” Hase, hecho de tela rosa y con relleno de paja a 1,500 metros sobre el nivel del mar.
Pero después de 15 años, el paso del tiempo le ha cobrado la factura al gigante conejo rosa pues se ha ido deteriorando y descomponiendo cada vez más.
Ya ni siquiera luce como un animal de peluche, pero los creadores tienen la esperanza de que dure hasta el año 2025.
Con la tela desecha y su relleno de fuera Hase sigue teniendo admiradores, los cuales comentan que luce como un indefenso animalito atropellado, ya que parece que tiene los intestinos de fuera.
A pesar de esto, se puede leer en las redes sociales que muchas personas tienen intenciones de visitar al gran conejo incluso en su estado actual.
Pues para muchos es un sueño verlo en persona antes de que desaparezca para siempre.