Segunderos y vendedores ambulantes del parque Gabriela Leyva han tenido un gran impacto en la comunidad por la calidad y precio de productos que disponen a la venta a cientos de personas que acuden al lugar. Como María Ibarra, quien adquirió una prenda porque “estaba nueva y tenía buen precio.”, opinando también que las cosas que ha mirado si están en buenas condiciones.
Raquel Páez, dejó verse como clienta satisfecha del lugar. “He comprado blusitas con precios que se me hacen buenos. Me invitaron a venir aquí. A los niños también les compre unos detallitos.”
Así también, Denisse Orona, visitante de Mexicali, comentó que visitaron el parque por recomendación y varias veces han comprado blusas, huaraches, tenis, pantalones y juguetes. “Está muy barato todo, además de limpio y ordenado. Un sitio con ambiente familiar para visitar.”
Ropa, calzado, joyería, juguetes, herramientas, instrumentos musicales, aparatos electrónicos, línea blanca, sin dejar de lado la propuesta gastronómica como comida típica mexicana, raspados, repostería y frituras, son parte de la gran variedad que se ve en los más de 150 puestos instalados, algunos desde hace más de 15 años.
Tal es el caso del puesto de María San Juana Aguirre, mejor conocida por la comunidad como “Doña Mary”, que fue el primero en instalarse en el parque para ofrecer calzado y ropa a precios muy accesibles. “Desde hace 15 años estamos aquí. Fui la primera en pedir el espacio. Aquí era puro desierto, no había absolutamente nada, ni carretera ni calle.”
También, Mary recordó que “se decía que este lugar iba a ser un área verde, y yo miraba que personas que vivían cerca se ponían a vender sus cosas, pues dije `yo agarro el parque`. Solo quedamos unas tres personas que empezamos en aquellos años, pero yo fui la que estuvo invitando a que se vinieran a agarrar un terrenito para poder vender.”
Así fue como Doña Mary dijo haber sentido la necesidad de tener un espacio para que adultos de la tercera edad y madres solteras se acercaran y pudieran hacer negocio en un espacio público, por lo que buscó el apoyo del gobierno municipal en ese entonces. “Quería abogar para tener derecho a vender en un espacio público y que estas personas pudieran salir adelante. Esa fue una gran ayuda para todos nosotros, durante todos estos años.”
Esto fue de gran ayuda. Fui quien estuvo invitando a gente de la tercera edad y a madres solteras pudieran hacer algo para salir adelante.
MARÍA SAN JUAN AGUIRRE “DOÑA MARY”, SEGUNDERA DE PARQUE GABRIELA LEYVA