Recién deportado por San Luis Río Colorado, el señor Pablo Benjamín Santos busca la manera de comunicarse con parte de sus familiares quienes se encuentran viviendo en la ciudad de Anaheim, California, con quienes perdió todo vínculo en el trayecto de ser repatriado a México, tras años de hacer vida en Estados Unidos.
“El Bucky”, como le apodan, pasa las noches y días en una banca de la Plaza Benito Juárez, en el Primer Cuadro de San Luis Río Colorado, Sonora, mientras logra enviar una señal a su familia para que éstos sepan de su paradero y tengan la oportunidad de ayudarle, ya sea para volver a su natal Guerreo o reintentar cruzar al país vecino.
De 52 años de edad, contó que, en la ciudad de Anaheim, California, tiene a su hermana María Luisa Benjamín Santos y a sus dos sobrinos, Sam y Harry, en quienes confía que al saber de su situación agotarán las opciones para ayudarlo.
“En todo esto de mi deportación perdí los apuntes en los que tenía el teléfono y dirección de mi familia en Anaheim, y la verdad es que no tengo a nadie más que me pueda ayudar, por lo que estoy en búsqueda de que ellos se enteren de que estoy en esta frontera y de que estoy bien, pero ocupo de su apoyo”, expresó.
Un viacrucis
Pablo Benjamín Santos confesó que ha vivido todo un viacrucis tras ser deportado por primera vez, al perder relación con quien fuera su esposa y su único hijo de 19 años de edad en el estado de Minnesota, en Estados Unidos.
Luego de separarse de su núcleo familiar, vinieron dos deportaciones más, por lo que, los ahorros con los que contó, se fueron en intentos logrados y fallidos para volver a pisar suelo norteamericano.
Hoy en día, “El Bucky”, pasa hambres mientras busca la manera de regresar al país donde está su hijo, su hermana y sobrinos, a quienes confesó extrañar cada día.
