Yuma, Arizona.- A pesar de que se ven frondosas y con variosmatices de verde, las lechugas que se plantan en el Condado de Yumason atacadas por un hongo de la tierra que provoca pérdidasmillonarias a la industria.
Se trata de la “fusarium wilt” o fusariosis, un hongo de latierra que se dispersa rápidamente por medio de la maquinaria, loszapatos de los trabajadores y el viento, ocasionando que se carcomalas hojas, explicó Paul Brierley.
El Director Ejecutivo del Centro de la Excelencia para laAgricultura del Desierto (YCEDA por sus siglas en inglés), de laUniversidad de Arizona, dijo que realizan investigaciones parabuscar soluciones y tratamiento para que al menos 30 miembros queaportan donativos al organismo eviten que sus campos sean afectadospor la plaga que no se ha podido erradicar.
“Desde hace 3 años sembrado distintos brotes en el centropara encontrar soluciones, pero es muy difícil porque laenfermedad se encuentra en la tierra”, refirió.
La plaga apareció en Arizona y California en 2000, pero se viola primera vez en Japón en 1950.
Las pérdidas han sido millonarias en los campos de la regiónque pueden medir de 20 a 40 acres, refirió Brierley, como la delaño pasado que en uno solo hubo 98% de pérdidas traducidas en 4mil dólares por acre.
El clima es también un determinante para el “fusariosis”,pues entre más calor haya, mejor para la plaga.
Para detectarla el YCEDA monitorea la tierra, siembra y lasomete a toda condición de producción para ver qué tantaafectación tendrán para el siguiente ciclo.
“De esa forma, los productores evitan menos pérdidas y asípueden prever qué tanta ganancia le pueden sacar a las cosechas osi no siembran”, indicó.
Afortunadamente el brócoli no es dañado por la fusariosis.