De hace tres años a la fecha, la superficie de siembra de rábano cayó 40%, en el ciclo 2016-2017 se sembraron 141.5 hectáreas, mientras que en este ciclo productivo 2018-2019 son 86, información de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader)
Factores como el costo operativo y los elevados estándares de calidad del mercado estadounidense obligaron a varios productores a dejar el cultivo por el riesgo de perder la inversión.
Así lo comentó el ingeniero José Juan Montes Lepe, agricultor, quien dijo que hace cinco años mudó a otra actividad debido a que la compra estaba sujeta a la supuesta demanda, pero en realidad se traba del desinterés del comprador por comerciar el producto cuando su precio se encontraba en bajo nivel.
“Nos pasó mucho que los mercados no lo querían comprar porque su precio estaba bajo y no les interesaba tenerlo en sus estantes”, expresó.
Montes Lepe también explicó que las reglas de exportación de hortalizas son muy estrictas, cualquier mínimo detalle en el producto es motivo para su rechazo, situaciones que muchas veces son obra de la naturaleza y no del cultivo y maquila del producto.