Un renovado muro de poco menos de 10 metros de altura no es suficiente para que los migrantes y traficantes de personas y drogas ilícitas abandonen la misión de llegar a Estados Unidos de forma irregular, ya que, aunado a ello, el gobierno del país vecino ha innovado en otros métodos a manera de ver a la baja los números de cruces ilegales desde México a su territorio.
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Con carros capacitados para circular en plenas zonas desérticas y equipados con visión nocturna, así como con el uso de cámaras capaces de detectar el calor humano y vehículos aéreos no tripulados, también conocidos como drones, es como el gobierno federal apoya en su labor a la Patrulla Fronteriza en la tarea de proteger la frontera.
Tal cual lo han compartido en común, migrantes recién deportados por la frontera local, entrevistados en ocasiones por separado para este medio, en el que contaron de la difícil labor que es hoy en día cruzar de manera ilegal la frontera, esto de acuerdo a su experiencia por el desierto de Yuma, Arizona.
“Sabemos que en ciertas partes hay cámaras que no solo nos ven, sino que son sensibles al calor de las personas o al movimiento, pero no sabemos en qué parte están, hasta que más tarde se acerca un avión (dron) y ahí ya sabemos que nos han descubierto”, contaron.
Al respecto, la oficial de la Patrulla Fronteriza, Gloria I. Chávez twitteó: “Una de las prioridades de la misión duradera de CBP (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza) es asegurar la frontera. Los agentes lo demostraron al utilizar sus vehículos todoterreno y tecnología de visión nocturna para rastrear y detener a un grupo de personas que ingresaron ilegalmente a USA durante la cobertura de la oscuridad”, escribió justo después de una reciente captura de migrantes.
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