La elección de Guadalupe Taddei Zavala como nueva presidenta del Instituto Nacional Electoral (INE) es interesante y cuenta con la confianza de que realizará un buen trabajo, dada su experiencia como funcionaria electoral en Sonora.

La vocal ejecutiva del INE Karem Galaviz Pérez, informó que no solo ella cuenta con experiencia electoral, sino el resto de los consejeros que entraron también la tienen en diferentes ámbitos.

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“Es muy interesante, porque ella fue vocal de registros, y encabezó el Instituto Electoral de Sonora, lo bueno es que ella conoce la operatividad de campo conoce el funcionamiento de las juntas locales, podemos decir que conoce la función del organismo en todo el país”.

Agregó que ella merece la oportunidad de poder impregnar su sello personal y siendo el INE una institución muy sólida, que funciona prácticamente sola, independientemente de quién esté.

Dijo que si bien, la presidenta no trabaja sola, ya que hay otros consejeros que están al frente y que también colaboran con su trabajo.

“Ellos trabajan como un órgano colegiado, y las decisiones que toman son generalmente de ese modo”.

El reto de las mujeres

Comentó la vocal ejecutiva que, el hecho de que la presidenta del INE sea una mujer, crea expectativas interesantes, porque el organismo se encuentra en una ola de inserción de las féminas en el ámbito público.

Comentó que no solamente en cuestiones de puestos de elección popular, sino también en espacios públicos.

“La paridad de género, lo que busca en realidad, es que se convierta en una motivación para las propias mujeres, que podemos ver a mujeres como la maestra Taddei llegar, independientemente de que haya sido o no por una acción afirmativa, genera la expectativa de también poder hacerlo”.

Mencionó que esa motivación es la que hace falta a nivel local, porque, si bien es cierto que la paridad de los partidos obliga al ciudadano a respetar esa paridad.

Incluso, los propios partidos políticos tienen que respetar ese paralelismo para que sea una participación más justa.

Manifestó que la participación real en el ámbito del día a día, no se consolida, pero este tipo de acciones (la elección de una mujer) ayuda a que se dé.

“Reconozco que el ascenso de la nueva presidenta sí genera expectativas, pero no por falta de capacidad; pienso que la maestra es una persona capaz de poder dirigir a la institución de manera loable, y, sobre todo, enmarcada en la legalidad y de la transparencia”.