Empresas del sector restaurantero ubicados sobre la avenida Obregón, entre las calles 11 y 12, expresaron su hartazgo en cuanto a la falta de conclusión de los trabajos de compostura de un tramo de la vialidad mencionada.
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Se dijo mediante quejas que se han registrado bajas tanto en clientela como en ingresos, poniendo en problemas la economía de los negocios, por problemas derivados de la falta de espacio para estacionamiento, problemas de acceso a los establecimientos, además de ausencia de señalamientos de tránsito y de seguridad vial para peatones. Sin embargo, sólo fueron instalados muros de contención para guía de un solo carril para dos sentidos.
Según datos proporcionados, desde el mes de julio que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes inició la obra en la transitada arteria vehicular, los negocios afectados han registrado, en conjunto, una pérdida de clientela superior al 90%, así como baja de ingresos de hasta el 50%, en comparación al promedio mensual que obtenían previo a los trabajos de reparación.
No solo afecta al negocio, sino a las familias de nuestros empleados
Vanessa Serrano, Encargada de personal de restaurante
También, se dijo que las jornadas son intermitentes y muy cortas, dejando inconclusa cualquier labor durante lapsos largos. A esto, agregaron que fue el pasado viernes 4 de octubre que reiniciaron los trabajos, desde la última vez el pasado 19 de septiembre.
SECTOR RESTAURANTERO, EL MÁS AFECTADO
Al respecto, Vanessa Serrano, encargada de personal de conocido establecimiento de comida, mencionó que han sido afectados con una baja de clientes del 60% del promedio mensual, comparando cifras de meses anteriores al de julio. “Hemos cerrado más temprano porque no hay comensales. Ha sido una horrible afectación, viéndome en la necesidad de descansar gente para compensar la baja de éstos. Las ventas diarias descendieron un 50%, ya que la mayoría de nuestros clientes son de paso y prefieren irse por la falta de estacionamiento al frente del establecimiento”.
A su vez, el empresario restaurantero Francisco Chávez, compartió que en sus más de 40 años en el negocio no se había visto tan afectado. “Llegue a solucionar el problema mediante una demanda que no procedió, pero hizo presión, y trataron de reponer el daño afirmándome que iniciarían la obra este jueves o viernes pasado”.
“Me bajó 40% la clientela, desde finales de junio hasta octubre. Aunque tengo estacionamiento enfrente, no pueden pasar. No pueden cruzar porque es muy inseguro, tampoco hay nada para que crucen peatones, ni anuncios de construcción. En lugar de seguir con este tramo, fueron a arreglar por el lado de la 34 y 42”, agregando que tuvo que ajustar sus finanzas, solicitando préstamos y prórrogas para pagar a sus proveedores y empleados.
“Soy una persona responsable, pago mis impuestos y nunca he fallado. Me gusta cumplir, y espero lo mismo de parte de quienes están en ese proyecto, para que ya no nos afecte más”, culminó Chávez.