En los últimos días se ha dejado sentir una onda gélida que lejos de perjudicar, ha beneficiado al desarrollo de las hortalizas en el valle, por lo que es muy difícil que se presente una helada que provoque una pérdida total.
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El productor Martín Salgado Ames, informó que si bien hay frío en esta época, es complicado que haya una situación en que una helada sea causante de una mala cosecha.
“Todos los años hay heladas, pero ninguna alcanza la magnitud de provocar una pérdida total en los cultivos, sobre todo en las hortalizas”.
Agregó que cuando hay un invierno “tibio” (no con mucho frío), los productos crecen muy rápido y hay sobreoferta de producto, eso afecta el precio invariablemente.
Comentó que hay ciertos cultivos como el quelite, el brócoli y la lechuga, que, si son congelados por el frío extremo y aun no es cosechada, no se le puede toar a la planta, porque se echa a perder.
Expresó que si un cultivo, como el cebollín, dura 120 días sin problemas, ya con frío se puede alargar a 150, es decir, un mes más de duración.
“Si se hizo una planeación pensando en cosechar equis cantidad, se van poniendo etapas, puede llegar un momento en que se te enciman las etapas de cultivo del producto”.
Mencionó que los inviernos crudos son sinónimos de buenos precios, por el retraso de cosecha del mismo y mejora la calidad de mismo.