La vacuna BCG que previene la tuberculosis meníngea (infección en el cerebro) no está disponible en las unidades de salud pública de esta ciudad desde hace alrededor de un año, lo que ha provocado la inconformidad y preocupación de algunos padres de familia pues debería haberse aplicado a sus hijos desde el momento del nacimiento.
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Se hace mención de lo anterior en relación a que una madre de familia residente de esta ciudad expuso que desde hace un año su hija tiene pendiente la aplicación de la vacuna contra la tuberculosis porque en el sector salud no la tiene disponible y tampoco hay manera de adquirirla por fuera porque no se vende en farmacias.
En este sentido, la directora del Centro de Salud Urbano de la Secretaría de Salud de Sonora, Leticia Sánchez, indicó que por el momento no cuentan con dicho biológico, sin embargo, refirió que posiblemente llegue el próximo mes y, de ser así, empezará la aplicación de inmediato.
Explicó que la vacuna BCG se suministra desde recién nacidos hasta los niños menores de 5 años y deja una cicatriz en el brazo posterior a su aplicación. La reacción de la inyección provoca en la piel una roncha que con los días forma pus, costra y deja una pequeña cicatriz, por lo que se recomienda a los padres y madres de familia no aplicar nada, sólo lavar con agua y jabón.
Por su parte, el director del Hospital de Subzona número 12 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de la localidad, Néstor Alan Zavala Ramos, informó que en esa unidad hospitalaria tampoco se tiene la vacuna BCG, aunque no especificó desde cuándo se agotó.
El director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 38, Óscar Castro Guevara, señaló que al no contar con la vacuna se tiene mayor riesgo de contraer la enfermedad y aunque añadió que la tuberculosis meníngea no se presenta con frecuencia, aseguró que si se tiene la vacuna se está más protegido.