La facilidad para conseguir drogas ilícitas ha llevado a muchas personas a volverse farmacodependientes de éstas; a la vista mucho son los que necesitan de un tratamiento para recuperarse de la adicción, de esta manera reinsertarse a la sociedad, sin embargo, existe otro sector llamado “adicto social”, que lejos de reconocer una dependencia, convive de manera social con ésta.
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El psicólogo Arturo Tejeda Martínez definió el término de “adicto funcional” como esa persona que pese al uso constante de sustancias ilícitas es capaz de desarrollar los roles sociales, ser productivo y aparentar una vida sana, sin embargo, ello no lo exenta de ser dominado por el uso de las drogas hasta.
El coordinador operativo del Centro Especial para Adictos (CEA), dijo que, según información del dominio de dicho recinto, se estima que el San Luis Río Colorado hay al menos 12 mil personas bajo esta característica, aunque ello no significa que no existan más, ya que muchos son “adictos de closet” y ni su círculo más cercano sabe de su gusto por el eso de alguna sustancia no permitida.
“Estas personas siguen laborando para llevar el sustento a sus familias, o estudiando, en el caso de los jóvenes y adolescentes, sin embargo, es necesario que se les atienda, pues el socializar con las drogas los puede llevar a perder todo, familia, empleo, su salud e incluso a delinquir en casos más avanzados”.
Explicó que dicho sector en mención es consumidor de sustancias como marihuana, metanfetamina (cristal) o cocaína, aunque también hay quienes realizan la combinación de varias, ya que cada una tiene efectos diferentes en el cuerpo.
CREAN TRATAMIENTOS AMBULATORIOS
Al detectar un mayor problema con el uso de las drogas y visto cada vez más “normal” entre los grupos de amigos, el Centro Especial para Adictos creó el formato de tratamientos ambulatorios para esa persona que, sin desatender sus responsabilidades ni vida social, abandone la práctica de consumir algún tipo de compuestos.
“La idea es que esas personas que esporádica o frecuentemente consumen drogas para recrear o convivir, se acerquen a recibir asesorías sobre cómo dejar el consumo de sustancias no permitidas, antes de que esta práctica les comience a afectar”, destacó Tejeda Martínez.
En los tratamientos ambulatorios, la persona no tendrá que internarse en un centro de rehabilitación, sino que se les atendería por cita y a discreción, donde serán atendidos por el equipo de médicos y especialistas en procesos para dejar las drogas.
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El “adicto funcional” es la persona que pese al uso constante de drogas es capaz de desarrollar los roles sociales y ser productivo