Durante 11 años Francisco ha vendido raspados y dulces en la plaza Benito Juárez

Tras ser deportado a esta ciudad, buscó una manera honrada de salir adelante

Raúl Caballero | Tribuna de San Luis

  · domingo 9 de enero de 2022

Foto: Raúl Caballero | Tribuna de San Luis

El señor Francisco Javier Corella Yescas de 59 años originario de Santana Sonora, comenta que tiene aproximadamente once años en la plaza Benito Juárez vendiendo raspados y gran variedad de golosinas.

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Ramón vende dulces de tamarindo / Raúl Caballero | Tribuna de San Luis

Dijo que la razón de por la que creó su propio negocio fue porque fue la opción que encontró para salir adelante, por necesidad ya que fue reportado de Estados Unidos.

Relata que no conocía la ciudad, ni tampoco que quería hacer, aparte no tenía donde dormir, ni que comer, entonces se le ocurrió vender dulces, cacahuates, duritos, por lo que con dos baldes en la mano lleno de estos productos, fue como empezó a trabajar para mantenerse.

Aseguro el que caminaba por todos los lugares vendiendo sus dulces y cacahuates, luego de un tiempo la gente le sugirió que vendiera raspados, pero no tenía el suficiente dinero para hacer eso, ya que pagaba renta, comida y tenía que invertir en la compra de sus productos para vender.

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Expresó que poco a poco él construyó su carrito para vender sus cosas, y después de siete años ya inició con la venta de raspados, y le ha ido muy bien, ya que ahora tiene un poco más de dinero para tener lo más necesario.

Declaro que los sabores de raspado que maneja son de coco, tamarindo, ciruela, limón, piña, plátano, fresa, vainilla, guayaba, naranja, y Jamaica, aparte también vende cacahuates, duritos y bolsas de dulces.

Señaló que el precio de los raspados es de 15 pesos, los cacahuates y duritos a 10 pesos, y las bolsas de dulces a 15 pesos, costos que la verdad son muy accesibles para las familias.

Menciona que considera que la gente acude a comprar su producto porque les gusta el sabor de sus raspados, al menos eso es lo que sus clientes le comentan y eso le da gusto.

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Indicó que su jornada de trabajo es de todos los días, sale muy temprano de su casa y viene temprano a la plaza para ofrecer sus productos y se retira por lo regular a las 8 de la noche.

Francisco invita a la gente que cuando lo vean en la plaza Benito Juárez le compren, ya sea un raspado, cacahuates, duritos o bolsas dulces, ya que con eso estarán apoyando a personas que como él buscan una forma honrada de salir adelante.