Tras hacerle frente al Covid-19 durante varias semanas en la ciudad de Mexicali, el padre José María “Chema” González, conocido por ser el fundador del Santuario Parroquial de Nuestra Señora de Guadalupe (antes Capilla de las Rosas) de San Luis Río Colorado, murió a sus 60 años la mañana de hoy.
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El deceso fue confirmado por la propia Diócesis de Mexicali, la cual publicó en sus redes sociales una imagen donde compartieron un sentido mensaje dirigido hacia el párroco quien el pasado 22 de diciembre cumplió 37 años de ordenación sacerdotal.
Además, fue el padre Germán Orozco, del templo de Nuestra Señora de Fátima de esta ciudad fronteriza, quien externó su pésame hacia la congregación que el hoy finado fundó el 29 de agosto de 2004 y dirigía en la capital bajacaliforniana, el Templo Expiatorio, donde “sirvió con gran ánimo y era muy querido”, el cual le había sido entregado por el III Obispo de Mexicali, José Isidro Guerrero.
El padre “Chema”, conocido así por sus amigos y los fieles a sus homilías, fundó en la década de los noventas el santuario ubicado en la avenida Madero y calle 10, colonia Comercial, tras ayudar en su conversión a dicha categoría, después de haber sido la “Capilla de las Rosas” desde 1944, algo que solo podía hacer un líder espiritual con alto estatus canónico.
Su formación ocurrió en los seminarios de Tijuana y Morelos; posteriormente, se recibiría como sacerdote un 22 de diciembre de 1983 para luego estudiar una licenciatura en Espiritualidad en Roma a finales de los 90 y principios del 2000. Para ese entonces habría dejado su puesto parroquial en San Luis Río Colorado para continuar con su vocación en Mexicali.
LUCHABA CONTRA EL COVID-19
Días antes, se encontraba internado en el Hospital General de Mexicali, donde al parecer se encontraba recuperándose; sin embargo, pereció ante complicaciones por la enfermedad, según fue informado de manera extraoficial por amistades del párroco.
Carismático y servicial, una de las cosas por las que será recordado es que él lograba conseguir reliquias de sangre y hueso (de primer grado) de los santos que solo podía obtener en el centro de canonizaciones del Vaticano; algunas de dichas reliquias que permanecieron en San Luis Río Colorado gracias a él corresponden a San Pablo, San Martín de Porres, Santa Cecilia, entre otros, que hoy se encuentran entre altares de varias iglesias.
Descanse en paz, José María “Chema” González.
