Para Gabriel Medina, el vender pescado en las calles viene de herencia, puesto que su padre tiene mucho tiempo dedicándose a lo mismo, se inclinó por continuar el legado familiar, y le ha funcionado, desde hace un poco más de cinco años.
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Dijo que uno de los problemas que tiene actualmente, es que falta un poco la mercancía, pero igual, sale con ganas de conseguir los mejores resultados para él.
Los productos que mayor demanda tienen son el cochito para ceviche, cazón para tacos, y lo que menos piden es el pescado entero, aunque de repente hay algún cliente que sí lo solicita; camarón se vende poco.
Narró que por la tradición familiar se dedicó a este giro, debido a que su padre empleó mucho tiempo en la venta de pescado y marisco, por lo que decidió seguir con ello.
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La pandemia no ha sido problema para él, ya que en este tiempo ha estado tranquilo, le ha afectado, pero más la escasez de la mercancía.
Dijo que el producto la consigue en Puerto Peñasco, mientras que el Golfo de Santa Clara tiene el detalle que no quieren invertir en hielo, convirtiendo el producto de primera en uno de segunda.
La herencia familiar hizo que Gabriel se dedicara a la venta de pescado en la calle, ya tiene varios años haciéndolo, en su puesto recibe a todo tipo de personas que buscan llevarse la mercancía que expende.
