Una de las situaciones más difíciles para Guadalupe Osuna al contagiarse en tres ocasiones de Covid-19 ha sido el no poder abrazar a sus familiares y amistades, pues ha tenido que permanecer aislada, sola, durante meses.
La mujer de 32 años de edad contó que la primera vez que se infectó con el virus fue en abril de 2020. En esa ocasión, los síntomas fueron leves.
“Fui al médico y me dijo que tenía Covid. En ese tiempo solo te daban ivermectina y paracetamol. Había mucho desconocimiento de la enfermedad y creían que si te contagiabas una vez ya no te podías volver a contagiar”.
Guadalupe Osuna señaló que 3 meses después del primer contagio, volvió a presentar la enfermedad, pero ahora con síntomas más fuertes, al grado de ser entubada en un hospital.
Fue en mayo de este año cuando recibió la vacuna contra el Covid-19, del laboratorio Cansino. Sin embargo, el tercer contagio lo presentó a mediados del pasado mes de octubre.
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“Nuevamente me empecé a sentir mal. Los síntomas aparecieron el 16 de octubre y fueron fuertes dolores de cabeza y de cuerpo, me sentía muy cansada, sin ánimo, perdí el gusto y el olfato. Al principio pensé que se trataba de una gripe o alergia por el cambio de clima, pero fui empeorando y decidí ir a consulta médica. Me hicieron la prueba del Covid-19 y salí positiva”.
Los médicos le brindaron el tratamiento correspondiente para que se trate en casa, incluyendo oxígeno y nebulizaciones. “Desde hace más de un mes mi recámara está convertida en un cuarto de hospital, tengo el tanque de oxígeno, medicamentos, catéteres, oxímetro, inhaladores, termómetro y nebulizadores”.
El Covid-19 ha dejado secuelas permanentes en la salud de Guadalupe Osuna entre las que mencionó: migraña, neumonía, afectaciones en un pulmón, asma y sinusitis.
Recomendó a la población a seguir las medidas sanitarias como el uso del cubrebocas, lavado frecuente de manos y distanciamiento social para evitar contagios. “Nada nos cuesta cuidarnos y cuidar a los demás. Es obvio que el virus existe y ha ocasionado muchas muertes en todo el mundo”.
Por último, externó: “Es muy triste pasar por la enfermedad porque debes permanecer completamente aislada. En mi caso, sola. Tengo más de un mes encerrada en casa porque todavía no me siento bien. Extraño mucho a mi familia y a mis amigos y aunque hago videollamadas no es igual a sentir el contacto físico. A veces, siento ganas de llorar porque no puedo darles un abrazo”.
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