Para el padre Agustín Partida, el cumplir 20 años como sacerdote es una bendición y le da fuerzas para seguir adelante.
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Originario de Guadalajara, Jalisco, llegó a esta ciudad el primero de septiembre del 2002, llegando como vicario en la Iglesia de la Inmaculada Concepción.
“A partir del primero de septiembre del 2004, fue la Rectoría de San Francisco de Asís (ubicada en la avenida Tuxpan y 27); me ha tocado iniciar varias comunidades, esa ha sido mi vocación que he podido encontrar en San Luis”.
Agregó que también estuvo al frente de la Rectoría del Divino Niño, la de San Luis Gonzaga, así como la de Mártires Mexicanos.
Actualmente, se encuentra en la Iglesia de Santo Niño de Atocha, ubicada en el callejón Libertad 49 y 50, y tiene a su cargo la zona oriente de la ciudad, compuesta por los fraccionamientos Misión del Sol y los Chulavistas.
“Aquí donde estoy me he sentido muy bien, son fraccionamientos con mucha gente, mucha población, y necesitan un sacerdote cercano a esa realidad, hay muchos retos por la cuestión de que hay mucha pobreza e inseguridad, les falta mucho Dios, pero vamos a hacer todo lo posible, para que la iglesia pueda responder a ese desafío”.
Comentó que su comunidad abarca de la calle 48, hacia el oriente, hasta el kilómetro 100, que colinda con Sonoyta.
“La parte más poblada son las Chulavista 3, 2 y 1, pero después viene otros, como Misión del Sol, donde se encuentra una de las capillas, y hay otra en un fraccionamiento pequeño, pero muy cerca del Chulavista 2, llamado Joyas del Parque, donde tendremos otra capilla que se llamará Nuestra Señora de Lourdes”.
Por otra parte, indicó que la pandemia ha sido un factor que ha dificultado su labor, pero se ha normalizado el servicio religioso, con las medidas de higiene pertinentes.