A pesar de los esfuerzos del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) municipal por agilizar los trámites de adopción y de la intención de la Subprocuraduría de la Defensa del Menor y la Familia por darle calor de hogar a los pequeños resguardados en el albergue “Niño Jesús” y San Judas Tadeo”, el mayor cuello de botella se encuentra en las instancias judiciales.
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Yolanda Orozco de González, presidenta del DIF local, comentó que el Juzgado Familiar no cuenta con un departamento que se encargue exclusivamente de los casos de adopción y cada uno demanda una serie de pasos complicados y lentos.
“Nosotros quisiéramos que el Juzgado tuviera una o dos personas únicamente para los asuntos de adopción, que nos orientaran a hacer la tramitología de forma más eficiente”.
Aseguró que, de acuerdo con la ley, existen requisitos como químicas sanguíneas y estudios socioeconómicos, entre otros que hacen elevado el costo de la adopción, otro factor que también impacta en el procedimiento.
“Preocupados por la calidad de vida y el desarrollo emocional del niño, nuestra meta es priorizar los trámites para que DIF tenga la patria potestad de los niños, de manera que al finalizar la administración dejemos expedientes de familias idóneas para la adopción”.
Orozco de González agregó que los menores en los albergues fueron abandonados por sus padres o bien no se logró reintegrarlos a su primer círculo de convivencia como tíos y abuelos, por lo cual necesitan un hogar donde vivir.