La iglesia católica exhorta a no celebrar Halloween porque se venera al mal

La fiesta del 31 de octubre, ensalza el terror y la muerte, lo cual dista mucho de los valores y principios que la iglesia católica promueve en la sociedad

Gloria Negrete | Tribuna de San Luis

  · miércoles 28 de octubre de 2020

En ciudades del norte de México, algunas personas acostumbran a decorar sus casas con motivo del “Día de brujas”/CORTESÍA | EL SOL DE HERMOSILLO

El “Halloween” es una celebración sin sentido, en la cual la gente que se disfraza la vive sin saber su origen y el propósito de venerar el mal; es una fiesta que se ha impuesto más por la mercadotecnia que por cuestiones espirituales o religiosas.

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Las familias que acostumbran festejar el 31 de octubre, deben hacerlo en sus hogares tomando en cuenta que la pandemia no ha terminado / Cortesía | El Sol de Hermosillo



Así opinó el padre Agustín Partida Díaz Garza, encargado de la capilla Santo Niño de Atocha, quien además destacó que sobre todo en ciudades fronterizas del norte de México algunas personas acostumbran hacer fiesta de “Halloween”, disfrazándose para salir a pedir dulces a la calle.

Dijo que esta práctica pareciera algo inocente y hasta cierto punto divertido, sin embargo, considera que es una fiesta con elementos contrarios al sistema de principios y valores de las familias.

El padre Agustín Partida indicó que, según publicaciones editoriales, el origen del “halloween” se debe a que para los celtas del siglo IV antes de Cristo, el año comenzaba el 1 de noviembre.

La noche del 31 de octubre celebraba la fiesta de Samhein (fiesta del sol), que coincidía con el fin de las cosechas y el comienzo del invierno. Creían que esa noche, el dios de la muerte permitía a los muertos volver a la vida y a los espíritus malignos salir a sembrar el terror y la muerte entre los hombres. Por esa razón, los vivos se disfrazaban con ropas macabras, para que los espíritus creyeran que ellos también eran seres malignos, y evitar así ser atacados.


El padre Agustín Partida habló de la importancia de dejar a un lado las celebraciones sin sentido como el “halloween”/ALONSO MORENO | Tribuna de San Luis


Con el advenimiento del cristianismo, se empezó a festejar en Irlanda la fiesta de Todos los Santos el 1 de noviembre y la vigilia de esa fiesta la noche del 31 de octubre: All Hallows´ Eve, de cuya contracción proviene el nombre Halloween.

Al coincidir las fechas, se mezclaron las viejas creencias celtas con la celebración cristiana, lo que dio lugar a diversas supersticiones y a un sincretismo religioso que poco a poco se fue apartando del sentido católico de “Todos los Santos”.

Esa versión de Halloween, desembarcó en los Estados Unidos de la mano de los inmigrantes irlandeses y paulatinamente se fue paganizando, al tiempo que se fueron acentuando los perfiles morbosos, lúgubres y fantasmagóricos de una fiesta que, en serio o en broma, ensalza el terror y la muerte. Lo cual dista mucho de los valores y principios que la iglesia católica promueve en la sociedad.


CORTESÍA | EL SOL DE HERMOSILLO