Víctimas de actos de discriminación, así como de agresión física y emocional, al ser evidente su vulnerabilidad como migrantes ilegales en suelo extranjero, son los centroamericanos en su paso por el Sur y Centro de México en la intención de llegar a las ciudades fronterizas con Estados Unidos, a fin de alcanzar el anhelado “sueño americano”.
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Aunque la visión es solo pasar y no quedarse a vivir en México, al reintentar por varias ocasiones llegar al país vecino y no lograrlo, muchos son los que deben desistir y solicitar permiso para radicar legalmente en suelo mexicano.
Tal cual ocurrió recientemente con la migrante de origen salvadoreño, Victoria Salazar, quien murió al instante en que recibió agresiones físicas por un grupo de policías en el aparente cumplimiento de su deber; muchos tienen una amarga historia qué contar del trato recibido por las autoridades e incluso por la misma sociedad.
En ocasiones, a los migrantes, principalmente guatemaltecos, hondureños y salvadoreños, se les ve “hacia abajo”, con discriminación y se les vulnera con las palabras y agresiones físicas, que van desde jaloneos, golpes, amenazas de muerte y hasta el hecho de arrebatarles su dinero o pertenencias personales.
POLICÍAS DEL SUR, VICTIMARIOS
De ello es testigo la señora Norma Martínez, migrante de Guatemala, varada actualmente en San Luis Río Colorado, quien contó que en su trayecto de la frontera Sur, entre su país y México a la frontera con Estados Unidos, los extranjeros son víctimas de un sinfín de expresiones de racismo y violencia, principalmente por la policía y asaltantes.
La guatemalteca retornada de Estados Unidos por la frontera local, señaló que no es justo venir huyendo de un país que los reprime y los violenta para llegar o pasar por otro que desde su bienvenida los trata como delincuentes
Miriam Martínez, compatriota de la migrante asesinada hace unos días, dijo que el caso de Victoria Salazar es el caso que muchos de ellos han vivido en su paso por México, sin embargo, han sobrevivido para contarlo, aunque la mayoría, por temor, lo calla.
“Lo que le pasó a nuestra compatriota Victoria Salazar, es reflejo de lo que muchos pasamos acá en México en manos de las autoridades, que nos quitan todo lo que traemos, lo mucho o lo poco, dinero o nuestras pertenencias personales”, expresó.
LO MISMO PASA AL CRUZAR A EU
Cuando pareciera que los atentados de discriminación y racismo han terminado y un nuevo comienzo les espera, los migrantes al ser detectados por la Patrulla Fronteriza en sus cruces ilegales, se enfrentan de nuevo a la peor cara del ser humano.
“No nos dicen guatemaltecas, nos dicen negras, nos dicen indígenas, pendejas, se burlan de nosotras, nos empujan y nosotras no podemos hacer nada, pues estamos vulnerables, nos queda solo estar calladas y aguantarnos lo que sentimos cuando nos ofenden”, compartió una migrante que prefirió mantenerse en anonimato, al hablar del trato que reciben de las autoridades norteamericanas cuando los detectan.
El 29 por ciento de los migrantes son víctimas de violencia física, psicológica o sexual en su paso por México, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública y la UNAM.