Tras la firma del decreto firmado por el presidente Andrés Manuel López Obrador en la que se hizo oficial la reducción del Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 16 al 8 por ciento en la denominada zona libre, comprendida por la franja fronteriza norte del país, y la cual iniciaría el pasado 1 de enero, existen todavía micro, pequeñas, medianas y grandes empresas que no han comenzado los procesos para la reducción de este gravamen.
El Contador Público Rubén Reséndiz, explicó en torno al tema que no todas las empresas entran en ese beneficio, pues antes deben cumplir con ciertos requisitos, aunque destacando que no es obligatorio. “Les dieron un plazo extendido hasta el 31 de mayo, por lo que todavía tienen oportunidad de inscribirse. Pero en sí, no tienen la obligación de hacerlo.”
El beneficio es para el cliente. “Todos los productos, salvo las importaciones, deberían estar al 8 por ciento. También para la empresa es beneficioso, porque si estos cobran al 8 por ciento, pero compran cosas al 16 por ciento, ya que muchos productos se ofrecen todavía con este porcentaje siempre y cuando se adquieran fuera de la zona fronteriza, se pagarán menos impuestos, porque el ingreso es con el 8 por ciento y lo que se va a poder deducir será al 16 por ciento.”
Respecto al proceso que las empresas deben seguir para estar dentro del nuevo régimen, Reséndiz dio a conocer que hay una lista de requisitos como estar libres de adeudos y no tener mal historial por lavado de dinero o doble facturación. Sobre todo, estar actualizado en las obligaciones y declaraciones. “De cumplir con todos los requisitos, las empresas siguen teniendo la opción. En este caso, si un empresario no entra, pero su vecino si entró, y por casualidad tiene el mismo giro de negocio que él, la gente va a decir ´aquí me están dando las cosas en 50.00 pesos y acá en 56.00´, pues la gente preferirá irse con el de 50 pesos. Así, pues, qué va a decir el empresario que sigue con el impuesto del 16%, sino que le conviene inscribirse para poder competir con el vecino.”
Sobre qué pasaría si estas empresas no cumplen con los requisitos dentro de la extensión de plazo para comenzar a deducir impuestos con el 8%, el contador explicó que: “Ya no tienen el beneficio, perjudicándoles ante la competencia que sí entró. El cliente es quien va a decidir irse a donde no le vendan más caro. Les conviene a las empresas entrar al nuevo impuesto, por mera competencia.
Algunas empresas, según el entrevistado, agarran las cosas, por ejemplo, a 50.00 pesos, pero con la reducción del impuesto lo van a tener que bajar de precio, por lo que optan por aumentar el precio a sus productos y queriendo cobrar el 8% de IVA, de tal manera que cobrará lo mismo que cobraba antes. Ellos comprobarán que están facturando con el 8% pero le subieron al costo real de los productos, para que al final quedara todo igual. “Para que el consumidor pueda ver cuánto IVA es facturado por alguna empresa, solo puede ser mediante el comprobante de compra o facturación de venta. Es yendo a comprar. Ahí se dan cuenta cuánto están deduciendo las empresas. No existe otra manera. De ahí, comenzar a comparar.” afirmó Reséndiz.
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