Dos lucha se mantienen vigentes por parte de los pescadores y cooperativistas del Golfo de Santa Clara, la primera en busca de un mejor precio por el kilogramo de aguamala y la segunda la apertura de la planta de procesamiento de la medusa en San Luis, cuya operación fue negada por el Ayuntamiento aludiendo incumplimiento en la documentación necesaria.
En el mar los ribereños piden 3.50 pesos por kilogramo de aguamala, pero los compradores solamente les ofrecen 3.00 pesos, la mayoría de ellos, resignados a que no lograrán más, se alistan para salir a pescar hoy.
En tanto que ayer, Horacio Robles García, quien pide la operación de la planta de aguamala en San Luis Río Colorado, recibió la negativa total de la Dirección de Desarrollo Urbano por parte del arquitecto Jorge René Arce Flores, quien cerró toda posibilidad para abrirla.
La falta de esta planta pondrá presión a la pesca debido a que el volumen esperado (64 mil toneladas) escasamente se alcanza a procesar en las 14 plantas que se abrirán en San Luis, su valle, Mexicali, kilómetro 43 y Guaymas.
CUELLO DE BOTELLA
Robles García explicó que cada cooperativa de pescadores entrega su captura a determinada planta de procesamiento, en su caso, eran 70 permisionarios quienes contaban la maquila “Robles” para procesar su producto, quienes ahora se verán en serias complicaciones para vender su producto.
“Ya les dije (a los pescadores) que no les voy a recibir, van a tener que ver dónde acomodan su producto, pero le van a batallar, la mayoría de las maquilas ya están con otras cooperativas, tenemos poca capacidad de procesamiento, no va a ser sencillo que les compren, esa gente ya perdió porque el Ayuntamiento nos negó la autorización”, explicó.
El cooperativista lamentó la postura que tomó la autoridad sin considerar el severo daño que les hacen a los pescadores.
Alrededor de 70 ribereños se verán en dificultades al carecer de la planta “Robles”, que se ubicaría en calle 37 entre Rosas y Argentina, en donde entregarían su producción.