Tras perder a su bebé aún en gestación debido a los golpes que sufrió por parte de su expareja sentimental, además de sufrir por una abertura en su cabeza y la pérdida parcial de uno de sus dedos, Emma Alicia “N”, de 30 años, una mujer residente de San Luis Río Colorado, se encuentra hoy clamando por justicia para ella, ya que se ha sentido abandonada por las autoridades y pide ser escuchada.
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“Hace tres meses perdí a mi bebé. Ya tenía seis meses de gestación. Él me violó en mi propia casa en diciembre, a punta de pistola. Se metió en la madrugada y no pude resistirme, porque me tenía amenazada. Cuando intenté gritar me rompió la quijada y me ahorcó hasta que no pude hablar porque me dañó las cuerdas vocales”, compartió la entrevistada armándose de valor, para luego reiterar que, por esta situación, aunado a otras agresiones ocurridas meses antes, procedió a denunciarlo ante las autoridades.
“En septiembre del año pasado pude demandarlo por agresión hacia mi persona, pero no logré hacer que lo culparan por violación; meses después, atacó a mi familia y fue ahí que busqué una orden de restricción, la cual nunca acató”, dijo y agregó que decidió irse de esta ciudad, pero fue en vano ya que la siguió para atacar a las personas que la apoyaron en su escape.
“¿Qué puedo hacer?, ¿a dónde puedo ir? Donde sea que voy, él está ahí rondándome, siempre acosándome y las autoridades me han dicho que tal vez no puede entrar a la cárcel. En marzo, él quiso sacarme a mi bebé a golpes, fui atendida y los médicos me dijeron que no podían hacer nada por salvarla. Aún con eso, intentó matarme dentro de mi nueva casa, en un sitio donde creí que no me encontraría. Me dio un golpe en la cabeza con un tubo y tuvieron que darme siete puntadas”, recordaba mientras mostraba su dedo, con una herida que le fue ocasionada con unas tijeras, al grado de quedar desgarrado.
PIDE JUSTICIA Y ATENCIÓN A MUJERES
En ese sentido, gracias al apoyo de una abogada podrá tener acceso a reparación de daños, ya que también el agresor también la dejó encerrada dentro de su propia casa y rompió las llaves de su automóvil para que no pudiera escapar ni pedir auxilio, siendo este el más reciente evento suscitado hace algunas semanas en este municipio, algo que lamenta pudiera ocurrir a otras mujeres que, como ella, no son escuchadas por las instancias de justicia.
“Agentes estatales buscaron intervenir, pero no entiendo por qué ninguna demanda procede o por qué él sí puede declarar en mi contra, difamándome, diciéndome que nadie podrá meterlo a la cárcel y, al final del día, creen que exagero cuando hago mis declaraciones”, compartió en medio del sentimiento e impotencia de recordar esos momentos de angustia, cuando la resolución fue que sus heridas tardaban menos de 15 días en sanar y que se mantuviera ella lejos de él.
“Desde el inicio busqué actuar y no veo justicia a mi favor. Actualmente, voy a terapia psicológica. Me estoy asesorando, ya que sé que esto amerita prisión. Más de un año he estado sufriendo acoso y agresiones. Ya no quiero sufrir más”, exclamó.
Por último, no solo para ella sino para todas las mujeres de San Luis Río Colorado que son víctimas de violencia, lanzó un exhorto a las autoridades de los tres niveles a que se coordinen y las apoyen.
“A las mujeres les digo que busquen ayuda profesional, que se asesoren y se acerquen a cualquier conocido, amigo, vecino a pedir ayuda puesto que la justicia tarda en llegar. No se queden calladas, por más amenazadas que estén como yo lo estuve por mucho tiempo. Alcen la voz, pues ahora he entendido que 'perro que ladra, no muerde'.”
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