En una de las esquinas de la colonia Comercial de esta ciudad, sobre la avenida Libertad y calle 9, se puede ver semana tras semana una larga fila de personas que esperan una orden, ya sea en tacos, tortas o surtido vendido por kilogramos, de las reconocidas carnitas de puerco de la familia Quiroga.
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El negocio del giro gastronómico fue fundado el día 1 de enero del año 2011, por Elio y Orlando Quiroga, originarios de Morelia, Michoacán, con la convicción de que en esta ciudad podían competir con la oferta existente hasta ese entonces.
Sin embargo, no fue hasta el año 2014 que, tras un rotundo giro en cuanto al servicio y calidad, que comenzaron a percibirse como un punto de encuentro para los comensales sanluisinos, manteniéndose actualmente con un promedio de hasta 900 clientes por día, y una venta mayor a los 200 kilogramos de carne de puerco por semana.
Al respecto, habló Sandra Quiroga, dueña del negocio, compartiendo que la idea de iniciar fue a raíz de buscar un punto medio entre Estados Unidos y Michoacán, pues uno de los fundadores, el cual es su esposo, residía junto con ella en Phoenix, Arizona, hasta que éste tuvo que salir a su tierra natal a buscar a su madre, quien enfermó y murió. Sin embargo, después de un tiempo, ya no pudo regresar a los Estados Unidos pues se había vencido su estancia legal.
INICIOS DEL NEGOCIO
“La idea surgió cuando mi esposo dijo que aquí no se vendían carnitas buenas, y como él y mi cuñado ya se dedicaban a eso en su tierra se trajeron su receta desde Michoacán para salir adelante aquí y levantar un nuevo negocio de carnitas de puerco”, dijo Sandra.
A su vez, compartió que su primer cliente fue dos horas después de haber inaugurado el local, mismo quien compró apenas un kilogramo de carne surtida. “Ese tiempo fue muy difícil, porque mi esposo no sacaba lo que le invertía; compraban para 20 kilogramos de carne y no sacaban más que 150 pesos al día”.
No fue hasta dos años después que, según recordó, se comenzó a ganar 3 mil pesos a la semana, aunque la cifra se considera baja en comparación a las ganancias obtenidas después del 2014.
“Cuando vine, hice cambios. A tres años de haber iniciado el negocio, me vine con nuestros hijos a vivir a esta ciudad. Vendí mi casa e invertí eso en el negocio. Me dijo mi esposo que hiciera lo que quisiera, y eso hice, pero después de un tiempo me enfermé de mi espalda, pues antes me dedicaba a cargar herramientas pesadas. Dejé de trabajar, y fue cuando contratamos personal”, dijo, destacando a su vez que después de ocupar la administración sus ventas aumentaron hasta un 40%, durante la primera semana de ajustes. “Ahí pudimos saber que sí había futuro en este negocio, donde nunca me imaginé estar.
LARGAS FILAS DE CLIENTES
Según las cifras registradas por Sandra, durante los tres primeros años solo vendían 20 kilogramos a la semana, pero fue poco a poco que llegaron a vender hasta 50 kilogramos de carne.
“A raíz de los cambios, empezamos a comprar más carne porque se nos terminaba a mitad de la jornada. Hoy en día, acomodamos la venta de más de 120 kilogramos de carnitas los días viernes, sábado y domingo, mientras que de lunes a jueves vendemos 90 kilogramos, en promedio”, agregando que un día regular para ella y su personal es atender a más de 400 personas.
“Hemos tenido hasta 900 clientes en un solo día, esto lo hace muy difícil, porque se hacen largas filas de espera. He contratado más personal para poder atenderlos en las mesas y en el servicio de `ordena y recoge´, pero es imposible. Esto nos pasa desde hace algún tiempo que nos va mejor”, subrayando además cuenta con clientela proveniente de San Diego y Los Ángeles.
- En el menú de dicho establecimiento hay tacos, tortas y surtido de carnitas de puerco, así como chicharrones
1 kg de carne tiene un costo de 250 pesos
