“Es como una luz al final del túnel, porque ya tenemos casi un año peleando y estamos muy cansados. Todo el sector Salud está cansado y esto no lo resolverá pero, por lo menos, ya es algo”, son las palabras que pronunció Mirell Adame, licenciada en enfermería originaria de San Luis Río Colorado que presta sus servicios a Salud Pública del condado de Yuma, en torno a la vacuna contra el Covid-19, de la cual ella recibió recientemente la primera (de dos) dosis, convirtiéndose en una de las primeras sanluisinas en tener el 40% de inmunidad ante el SARS-CoV-2.
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“No se siente nada al principio, pero luego comencé a tener dolor en el brazo, que luego subió al hombro y cuello; después algo de comezón con inflamación y salpullido leve, lo cual me duró un par de horas. Me bañe, me relajé y tomé ibuprofeno. Esto ayudó muchísimo, como que tenía fiebre, pero no pasó nada”, compartió acerca de su experiencia tras vacunarse.
Ella forma parte del equipo, junto a voluntarios y paramédicos, que además de haber recibido los anticuerpos se esfuerzan para aplicar entre 200 y 300 vacunas diarias, desde que dio inicio la campaña para inmunizar en Arizona, Estados Unidos, el 23 de diciembre.
DE MOMENTO, NO TODOS SERÁN APTOS PARA VACUNA
Personas que reciben quimioterapias, embarazadas o enfermos con ciertos padecimientos, dijo, no pueden recibir la vacuna porque primero tienen que asesorarse con su especialista, además de que tienen que ser mayores de 18 años.
“Principalmente, los de Salud somos primeros por ser foco de infección al llevar siempre el virus con nosotros; doctores, enfermeros, camilleros, dentistas, farmacistas, etcétera”.
En cuanto a ciudadanos o residentes estadounidenses que viven o laboran en el sector Salud en México, dijo que no podrán ser acreedores a la vacuna, pues tendrían que laborar en Estados Unidos, de lo contrario son público general y tienen que esperar su oportunidad de acuerdo al plan federal.
En espera de un segundo “piquetazo” del inmunológico de Moderna dentro de 4 semanas, el cual le dará el 55% restante de protección contra el virus, la también madre de familia espera que con esto pueda brindar fe, confianza y protección no solo a sus seres queridos sino a la comunidad en general, pues considera que están a poco tiempo de que la situación mejore y por lo que exhorta a la gente a confiar en las futuras campañas de vacunación.
Una vez recibida la segunda dosis (de 0.5 mililitros como la primera), sumará su organismo un 95% de efectividad contra el nuevo coronavirus, lo que hará que salga adelante sin problemas en caso de ser infectada en el 5% restante.
“Este año ha sido difícil y a mucha gente le afectó de por vida. La única solución es la vacuna y por eso hay que confiar. Científicos en el mundo han estudiado esto y es un grito de auxilio que hacemos para que nos ayuden a detener esto, no podemos seguir. No queremos causarles daño, no piensen que les inyectaremos el virus. Yo me la puse y me siento mejor porque no contagiaré a mi familia”.