Todos los días son diferentes, en ocasiones las buenas ventas permiten estar relajados al obtener el dinero habitual, pero otros días se dificulta, empieza la desesperación y la angustia de no lograr ganar lo suficiente.
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Diana Coronado, quien trabaja en la venta de aguas frescas y frutas de temporada en la línea internacional, comentó lo anterior, agregando que ya está acostumbrada a soportar los intensos rayos del sol.
Con poco más de dos años dedicada al comercio en esta zona de la ciudad, dijo que no es fácil “tenemos que permanecer en el solazo por varias horas para ganar lo del día, ahorita son tiempos difíciles debido a la pandemia”, “eso sí tengo mi cubrebocas, vengo recién bañada y con ganas de atender a los clientes” dijo al dejar escuchar una discreta risa al realizar sus actividades.
Estoy en la carreta del Jefe de jefes, ahí tenemos aguas de frutas naturales, las más buenas de la línea, dijo al retirarse y vender junto a su compañero el panadero Jorge Luis Castillo, quien grita de manera singular “empanadas de calabaza, piña y cajeta”.
