Las personas al sur del país viajan en...¡chatarra!

Unidades incompletas, antros rodantes y motores que suenan a matracas, sus características

Por Editoras OEM

  · martes 7 de noviembre de 2017

Conejobús La Ruta 1 que va de oriente a poniente cuenta con 47 vehículos, de los cuales ocho tienen rampa para usuarios con capacidades diferentes, y 36 parabuses. La Ruta 2, de norte a sur, tiene 21 automotores, tres con rampa, y 27 parabuses / Foto: Archivo

Hablar de transporte urbano en las entidades del sur de México es referirse a parques vehiculares incompletos debido a descomposturas, así como unidades convertidas en antros rodantes, las que no son ya chatarra, y disparidades en sitios turísticos como Cancún, donde el servicio que se presta en la zona hotelera difiere mucho del que la población residente acostumbra.

Discotecas móviles en Villahermosa

Foto: Archivo

 

En Tabasco, unidades con al menos 10 años de antigüedad que asemejan ataúdes rodantes son con las que opera en Villahermosa el sistema de transporte urbano TransBus, mientras las uniones de combis, aunque buscan modernizarse paulatinamente, permiten que los choferes conviertan a las unidades en auténticas discotecas movibles.

Y es que en la capital de Tabasco las principales quejas incluyen sobrecupo en las horas pico, y los usuarios del servicio denuncian que les ha tocado choferes que “dobletean” el número de pasajeros para el que fue diseñado el vehículo.

En Villahermosa existen seis uniones de combis, las cuales trabajan con unidades de diferentes años, que van desde modelos 2000 hasta 2017, dependiendo el propietario de la concesión.

Las combis esta diseñadas para el transporte de 17 pasajeros más el chofer, no obstante, en algunos casos llegan a movilizar hasta 25, con al menos ocho personas paradas y sujetadas a los pasamanos.

La inseguridad ha sido un conflicto que ha golpeado a este sector del transporte los últimos meses, con mayor énfasis en horarios de 19:00 a 22:00 horas.

Llora el Tapachulteco

En la frontera con Guatemala hace siete años fue presentado como el mejor transporte del país: El Tapachulteco, que hasta aire acondicionado tenía. Hoy, ya son casi chatarras las que circulan en las principales rutas de Tapachula.

En ese entonces entraron en funcionamiento 45 autobuses que sustituyeron a 49 colectivos (combis) y a dos microbuses. Eran realmente un parque vehicular viejo y que generaban contaminación, discotecas rodantes que provocaban una gran cantidad de accidentes por el exceso de velocidad.

Foto: Archivo

 

Los choferes recibieron incluso cursos especiales de manejo e iban de corbata, una novedad para la población. Al pasar del tiempo, esas modernas naves empezaron a presentar diferentes anomalías.

Los usuarios al abordar se han percatado que cuando ingresan sus monedas en la máquina que registra el pago, a veces si lo indica y otra veces no, las pantallas que están situadas al interior según para entretenimiento, ahora son ocupadas por letreros que dicen “No tires basura”.

Además, en un inicio se hizo creer a la población que las unidades funcionaban con biodiesel, pero no es así.

Conejobús mueve a Tuxtla

El Conejobús es el transporte oficial de Tuxtla Gutiérrez, con siete años de servicio, y la idea era tener un medio amigable para el ambiente al utilizar biodiesel. Forma parte del sistema de autobuses que añaden o reemplazan los sistemas de transporte de las vías más transitadas, como Metrobús en la Ciudad de México y el Macrobús en Guadalajara.

A diferencia de las grandes ciudades, los tuxtlecos no se adaptaron a la tarjeta de prepago y por ello se colocaron alcancías especiales en los camiones. Actualmente el costo por viaje es de 6 pesos, que mantienen otros transportes públicos de la capital.

La capital cuenta con 20 vehículos, que ofrecen el servicio de transporte público en las rutas 1 y 2, mientras que 60 están estacionados porque no sirven, según el secretario técnico de la Secretaría de Transportes del estado, Álvaro Robles.

Aunque mencionó que se prevé el ingreso de cinco automotores nuevos, con más capacidad y sofisticados. No obstante, los socios detuvieron temporalmente el servicio recientemente por problemas financieros.

Clima diferenciado

Con una tarifa de 9.50 pesos en la ciudad y 12 en la zona hotelera, el transporte público en Cancún está concesionado a tres empresas, que en total suman alrededor de 700 unidades en servicio diario para cerca de 350 mil usuarios.

Asimismo el Transporte Terrestre Estatal brinda el servicio en la zona urbana con vehículos tipo Urban llamados combis o microbuses, con un costo de 12 pesos, además de siete mil taxis, cuya tarifa depende de la distancia recorrida, desde 30 pesos en la ciudad hasta 200 pesos en la zona hotelera y 250 al aeropuerto.

Combis Tabasqueñas -Música estruendosa -Exceso de velocidad -Prepotencia de choferes -Malas condiciones de las unidades / Foto: Archivo

 

El estado en que se encuentran los camiones varía si circulan solo en la ciudad o si las unidades entran a la zona hotelera, ya que estos últimos son de modelos recientes e incluso algunos cuentan con aire acondicionado, mientras los primeros no.

Algunos usuarios opinan que hay una anarquía total en el transporte, ya que conductores “hacen lo que quieren”, como hacer paradas donde sea, no respetar los paraderos, ser groseros con el pasaje y transitar con sobrecupo.

El malestar incluso es de los prestadores de servicios, pues taxistas aseguran que las unidades de transporte urbano no respetan los paraderos y no se ha llevado a cabo una inspección del transporte público, que de acuerdo al Reglamento se tiene que hacer cada seis meses. Además, las rutas no han podido crecer al ritmo del galopante crecimiento urbano y poblacional, toda vez que aún existen nuevas zonas por donde no pasan los camiones ni los urban, especialmente al sur de la ciudad.

Cabe mencionar que el transporte del Aeropuerto Internacional de Cancún hacia cualquier punto de la ciudad o zona hotelera es uno de los más costosos del país, mínimo 600 pesos que se incrementan según la distancia.v

Lío incesante en Oaxaca

En Oaxaca, además de que las unidades están fuera de norma y el parque vehicular es obsoleto, los dimes y diretes entre Gobierno y organizaciones son el pan de cada día. Existen varios temas pendientes como la solicitud de que operadores incrementen la tarifa del pasaje en el transporte público en la modalidad de taxis, debido a que desde hace varios años no se ha presentado aun cuando el alza a la gasolina y a las piezas de las unidades han sufrido cambios que afectan de manera directa su economía.

Modernizar, reto en Campeche

A casi 20 años de la desaparición de la única sociedad cooperativa que proporcionaba el transporte urbano en la ciudad de Campeche, el reto principal del servicio es la modernización y la reactivación económica de las empresas, dicen dirigentes transportistas.

Destacan que la renovación que cubren la mayor parte de la demanda, autobuses con capacidad de 42 y 36 pasajeros, ha sido lenta debido a los desafíos financieros que enfrentan y por el incremento de precio de los camiones. Aun así, mencionaron que el servicio que proporcionan es seguro, a partir de la verificación continua de los vehículos por parte del Instituto Estatal del Transporte (IET).

En Xalapa, en mal estado

Los desperfectos son visibles en los camiones que circulan por la ciudad, grafitis en las ventanas, láminas y asientos, chicles pegados y basura y polvo en el piso son algunos de los inconvenientes que los xalapeños tienen que soportar. Las unidades más maltratadas son aquellas que cubren rutas en las colonias populares y de la periferia de Xalapa así como a las congregaciones del municipio / Foto: Archivo

 

Asimismo, xalapeños que viajan diariamente en camiones del transporte público lo hacen en asientos en mal estado, basura en el piso, grafitis en las ventanas y láminas despegadas, además de que padecen la temeridad de sus conductores y el excesivo ruido y contaminación de estas unidades.

Y es que, pese a las acciones de las autoridades en la materia, los concesionarios de diversas rutas de la ciudad no han cumplido con la obligación de cambiar de manera periódica sus unidades y los usuarios se ven en la necesidad de transportarse diariamente en camiones que tienen varias décadas, que han sido reciclados o que se están “cayendo a pedazos”.