Aplicando las medidas del libre tránsito que debe existir en las calles locales, la policía municipal está retirando todos los vehículos abandonados, a los que previamente se les coloca el correspondiente aviso a fin de que el propietario decida llevárselos o no.
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Todo es en atención a denuncias ciudadanas.
Antes, la autoridad municipal ofrece un tiempo considerable para que los dueños o encargados de los autos los muevan del sitio, en caso contrario se retiran con grúa y se depositan en los corrales de encierro.
Se trata de automóviles abandonados en el mismo sitio por períodos prolongados, algunos estacionados en sentido contrario y sobre las banquetas.
Agentes del Departamento de Tránsito en su recorrido diario o atendiendo denuncias al 911, están colocando avisos y dando conocimiento a los propietarios.
Se les da, de acuerdo al riesgo o molestia que representa para el resto de los automovilistas o peatones, entre 8, 12, 24, hasta 72 horas para moverlos.
Pasado ese lapso de tiempo, una grúa de tránsito los remolca y deposita en el corral de encierro que se ubica en la calle 33 y avenida Vicente Guerrero, o en la yarda ubicada al sur de la ciudad, depende del estado físico de cada automóvil.
Además de afectar el libre tránsito, los vehículos pueden ser usados para la comisión de algún delito, entre ellos de índole sexual.
Estás acciones están previstas en el artículo 94 de la Ley de Tránsito para el Estado de Sonora, el cual indica que los usuarios de la vía pública deberán abstenerse de todo acto que pueda constituir un obstáculo para la circulación de peatones y vehículos, poner en peligro a las personas o causar daños a propiedades públicas o privadas.
