VILLAHERMOSA, Tab.- Tras señalar que el año pasado se incrementó en un 66% el número de personas que migraron a México procedente de Centroamérica, Mark Manly, Representante en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), reconoció que en los últimos años México ha pasado de ser un país de “paso” a un país de “destino” de este tipo de población migrante.
Asimismo, destacó que está creciendo el número de personas procedentes de Venezuela que salen de su país por la situación política que se vive.
“A nivel México, el año pasado tuvimos poco menos de 15 mil personas que solicitaron ser refugiados en el país, la mayoría proveniente del norte del Centroamérica, para un país del tamaño de México con 120 millones de habitantes no es significativo, pero es mayor que hace unos hace algunos años, incluso fue 66 % más que en el 2016 entonces estamos frente a une tendencia a la alza”, afirmó.
En el caso de las personas procedentes de Venezuela, dijo que fueron cuatro mil el año pasado.
Mencionó que el país de origen más importante es Honduras, luego el año pasado siguió Venezuela y en tercer lugar está El Salvador.
Entrevistado en el marco del Foro Taller Regional: “Desafíos y Relaciones Frente al Desplazamiento Interno y la Migración en México y Centroamérica”, comentó que la llegada de refugiados obliga a México a realizar ajustes a su política migratoria para dar asilo a los refugiados que buscan en México una nueva oportunidad.
“Esas personas que vienen a México como destino no van de tránsito, y eso requiere de unos ajustes; con una población tan grande y un país tan importante, México puede absorber este número de solicitantes”, consideró el Alto Comisionado para los Refugiados.
Por ello, dijo que desde junio del año pasado se alertó por vertiginoso crecimiento de peticiones de asilo a México por parte de refugiados de otras naciones, que entre 2011 y 2017 alcanzó el 1000%, de acuerdo con el reporte Refugiados en México.
Reconoció que con ello México enfrenta una realidad compleja, pues es al mismo tiempo un país de origen, de tránsito de migrantes y de retorno de los mismos; pero también cada vez más se observa cada vez más que las personas refugiadas, las personas que huyen de la violencia, persecución y conflictos armados en otros países, ven a México como un país destino y no de paso.
