El cheque de desempleo que entregó Estados Unidos a sus ciudadanos, para sobrepasar la pandemia, ayudó mucho al sector restaurantero de Mexicali, ya que prefirieron gastar su dinero de este lado de la frontera, donde es más barato y hay mejores restaurantes.
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Lo anterior lo manifestó Víctor Manuel Sánchez Sáenz, empresario turístico y actualmente afiliado a la Cámara Nacional de la Industria del Restaurante y Alimentos Condimentados (Canirac), que acudió como invitado especial al Grupo Político Lázaro Cárdenas del Río, que preside Gustavo García Rivas.
Durante su exposición, el también expresidente del Comité de Turismo y Convenciones de Mexicali (Cotuco), mencionó que si bien, por la pandemia hubo restricciones en los cruces fronterizos al vecino país, no las hubo para el ingreso a México, por ello la gente que recibió el seguro de desempleo, prefirió gastar su dinero de este lado.
No es lo mismo pagar 20 o 30 dólares por un corte rib-eye, que venir a un restaurante de carnes en Mexicali, en realidad estaban cuidando su dinero, eso les ayudó mucho que no les fuera tan mal en la pandemia.
Pero aun así, de 800 restaurantes que tienen en la mira, alrededor de 100 han cerrado sus puertas o están por cerrarlas, con lo que están en riesgo alrededor de 10 mil empleos, de los 30 mil que se generan de manera directa, y 20 mil de manera indirecta.
Mencionó que ahora que han abierto sus puertas con restricciones, ya no cuentan con el mismo número de personal, ya que laboran con tres cuartas partes de este, lo que representan alrededor de 7 mil 500 empleos de los 10 mil que se perdieron y mencionaron con anterioridad.
Aunado a lo anterior, hay que sumar gastos que representan las nuevas medidas sanitarias, como son el gel antibacterial, los termómetros digitales, los tapetes sanitarios, cubrebocas y demás, lo cual, no ha sido cuantificado.
Hasta ahora no han solicitado apoyos del gobierno, ya que este no ha decretado una pandemia, lo que entonces implicaría la aplicación de una serie de medidas económicas de emergencia en apoyo a las empresas.
Sin embargo, de alargarse más la pandemia, o que se vuelvan a imponer medidas más restrictivas, entonces habrán de analizar las medidas a tomar, para la protección de las empresas.
Sánchez Sáenz mencionó que siguen latentes amenazas para el sector, como es la licencia sanitaria que dicen, podría llegar a costar hasta 40 mil pesos, o bien, el impuesto a las aplicaciones a dispositivos móviles de comida para llevar, que se le cobra a la empresa, no al restaurante pero que finalmente lo termina pagando el comensal.
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