El día de ayer, en ocasión del aniversario número 29 del nacimiento de la World Wide Web, Tim Berners-Lee, considerado el padre de la misma, publicó en el sitio de la World Wide Web Foundation (webfoundation.org) un post titulado La red está bajo amenaza, únete a nosotros y pelea, en el que advierte acerca de la necesidad de cerrar la brecha digital que separa a los usuarios de los no usuarios de la red en el mundo, así como de la alta concentración de poder que detentan algunas plataformas actuales, cuya hegemonía prácticamente los ha convertido en lo que Berners-Lee llama “custodios de la red”.
Pese que a este año más de la mitad de la población del mundo (7,607 millones de personas hasta el día de ayer) estará conectada a la red, el científico británico se niega a conceder que el vaso está medio lleno y opta por mirarlo medio vacío: ¿qué pasa con esa otra mitad (algo así como 3,803 millones de personas) que no tienen acceso a la red en tanto pertenecen a países pobres, viven en áreas rurales y son mujeres en su mayoría?
En tanto en el año 2016 la Organización de las Naciones Unidas declaró el acceso a Internet como un derecho humano, por más cejas que pueda levantar esta afirmación, a los ojos de Berners-Lee la carencia de este básico en tiempos actuales podría relegar a toda una generación en tanto las proyecciones actuales auguran que, al paso actual, conectar a todo el mundo sólo sería posible en el año 2042. Y en tanto hoy estar desconectado significa en cierto sentido ser un analfabeto digital, también implica “ser excluido de oportunidades para aprender y ganarse el sustento, de acceder a servicios valiosos y de participar en el debate democrático”.
La otra amenaza a la que alude Berners-Lee tiene que ver con el poder que han adquirido ciertas plataformas, mayormente las redes sociales, en años recientes se han hecho de monopolios a partir de las prácticas clásicas: absorber a las startups, eliminando de facto a su competencia, e impidiendo el desarrollo democrático y la evolución de la World Wide Web. Esto ha dado pie a la aparición de insurgentes, cuatreros y bandidos tecnológicos que en palabras de Berners-Lee hacen de la red un arma muy poderosa: lo mismo para robar datos personales, propagar teorías de la conspiración, incendiar las redes con tensiones sociales y culturales, así como intervenir en procesos electorales, tal y cual asegura el gobierno de los Estados Unidos ocurrió en las elecciones presidenciales que dieron por ganador a Donald Trump en detrimento de Hillary Clinton.
Tim Berners-Lee dista mucho de ser un profeta que clama en el desierto a la espera de que alguien lo escuche, pero ciertamente podría ocurrir que sus advertencias fuesen ignoradas en tanto el vértigo de los tiempos actuales nos ha hecho perder de vista que un incendio en un bosque se origina a partir de tan sólo una rama. El vaso, pues, está medio vacío.