Como es bien sabido por prácticamente todos los que nacemos en México, las fiestas patrias se celebran el día 15 y 16 de septiembre, para conmemorar el famoso grito de dolores y el inicio de la guerra de independencia mexicana, lo cierto es que esta celebración resulta ser por lo menos peculiar en varios aspectos.
El primer detalle curioso es que se celebran dos días de independencia, uno el 15 de septiembre, donde se “comienzan” los festejos durante la noche con la ceremonia del grito de independencia, y el 16 de septiembre, que es el que conmemora oficialmente el inicio de la gesta independentista.
El otro detalle curioso es precisamente el motivo de la celebración, pues México, es uno de los pocos países independientes del mundo, que celebran el comienzo de la guerra de independencia como sus fiestas patrias, en lugar de la consumación o declaración de su independencia como en teoría debería de ser, y sucede en el grueso de países del mundo.
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Es aquí donde cabe la pregunta, ¿Por qué en México no se celebra el día que se consumó la independencia?, siendo esta fecha el 27 de septiembre de 1821, más de 10 años después del inicio de la guerra de independencia.
Un conflicto ideológico y un héroe olvidado
Históricamente se cree que fue Guadalupe Victoria, el primer presidente de México, quién instauró el 16 de septiembre como fecha oficial para la celebración de las fiestas patrias, esto debido a que, a pesar de que eran conscientes de que el día 27 se conmemoraba la consumación como tal, querían “eliminar” o “minimizar” todo lo relacionado a una figura: Agustín de Iturbide.
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Como bien es sabido, después de la consumación de la Independencia en México se estableció un gobierno imperial, encabezado por Iturbide con el nombre de Agustín I, sin embargo, aquella forma de gobierno no prosperó y al final un grupo de republicanos encabezado por personajes como Santa Ana, Guadalupe Victoria, entre otros, depusieron a Iturbide, instaurando la república en 1823, además de señalarlo como “Traidor de la Patria”.
Tras este suceso, los nuevos gobernantes decidieron eliminar todo lo relacionado con Iturbide, incluida la entrada triunfal del ejército trigarante a la Ciudad de México, los Tratados de Córdoba de 1821, y por supuesto, su labor en la consumación de la Independencia de México, por lo que la fecha del 27 de septiembre de 1821 pasó al olvido, confirmando el 16 de septiembre como el día oficial de las fiestas patrias mexicanas.
