Además de resultarnos útiles para aliviar la picazón, deshacer un nudo o encontrar ese bien oculto extremo de la cinta adhesiva, las uñas también sirven para proteger las puntas de nuestros dedos de posibles lesiones y avisarnos de algunos problemas en nuestra salud.
De no hacerlo tú mismo, seguramente conoces a alguien que de tanto en tanto acostumbra llevarse las uñas a la boca para morderlas. Esta conducta es constantemente asociada con estrés y falta de autocontrol, pues una vez que empiezas es muy difícil deshacerse de él.
Te podría interesar: Así puedes saber si tu colchón tiene ácaros y cómo eliminarlos
¿Qué provoca la onicofagia?
Más conocido como el hábito de morderse las uñas, esta manía se hace presente en distintas etapas de la vida. Según diversos estudios, este comportamiento es raro en niños menores de 3 años y se presenta con mayor frecuencia en mayores de 7 años y adolescentes.
De acuerdo con especialistas, existen diversas causas que provocan la onicofagia, siendo altos niveles de estrés y ansiedad los más comunes.
Algunas personas recurren a morder sus uñas cuando se encuentran agobiados por emociones fuertes, tales como nervios o angustia, y este comportamiento funciona para llegar a un estado de alivio.
Cabe destacar que en la mayoría de los casos la onicofagia es meramente una respuesta involuntaria que ocurre en los momentos menos esperados, mientras vemos nuestra película favorita, leemos un libro, e incluso cuando tenemos una conversación con un amigo.
RECIBE LAS NOTICIAS DE TRIBUNA DIRECTO EN TU WHATSAPP, SUSCRÍBETE AQUÍ
Del mismo modo, si tenemos tendencia a preocuparnos demasiado por algo, una ocasión importante como una entrevista de trabajo o a un cambio inevitable en nuestra rutina diaria, somos propensos a mascar nuestras uñas sin siquiera notarlo.
¿Qué puedo hacer?
Si te lo preguntas la respuesta es sí, desde luego es posible acabar con este mal hábito. Pese a que no existe un tratamiento específico, hay diversas alternativas para tratar de frenar dicho comportamiento.
Primeramente. debemos mantenernos alertas al autocuidado. Como se mencionó anteriormente, son muchas las ocasiones en las que nos llevamos las uñas a la boca sin darnos cuenta, pero una vez lo hayamos detectado trataremos de evitarlo.
En seguida, se debe buscar una manera de imposibilitar la facilidad de morder las uñas. Ya sea con banditas colocadas sobre los dedos, o mantener las manos ocupadas lo más que se pueda. Jugar con una pelotita, un bolígrafo, o cualquier cosa que te mantenga entretenido.
Por otro lado, también existen productos disponibles que se ponen sobre la superficie de la uña y le dan a esta un sabor y olor desagradable para así orillarnos a dejar de lado este mal hábito.
En caso de presentar lesiones a causa de este hábito compulsivo, se recomienda asistir con un especialista.