Elaborar el Altar de Muertos es toda una tradición para los miembros de la familia Ordaz Aguayo quienes, previo al 2 de noviembre, empiezan a confeccionar la ofrenda en honor a sus seres queridos que fallecieron.
Desde una semana antes del Día de Muertos los integrantes de esta familia se dan a la tarea de reunir los elementos que van a colocar en el Altar que hacen para recordar a los fieles difuntos, especialmente, a la señora Victoria Aguayo de Ordaz quien murió en 2005.
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Esta actividad es coordinada por los hijos de Victoria Aguayo, entre ellos María San Juana, Agustín, Ricardo, Rosa María, Carmen, Guadalupe y Leticia. Además, participan nietos, bisnietos y tataranietos.
El punto de reunión es la casa de la familia Ordaz Aguayo en donde aún vive el jefe de esta familia, el señor José Ordaz Cabello quien también contribuye a crear el Altar de Muertos en el que se recuerda a Victoria Aguayo de Ordaz, José Juan Luis Ordaz Aguayo, Antonio Aguayo Ochoa, Antonio Benigno y a otros familiares y seres queridos.
María San Juana Ordaz Aguayo señaló que hacen el Altar de Muertos para compartir con los difuntos el pan, la sal, las frutas, la comida y el agua. Así como para dialogar con su recuerdo y extender una muestra de amor.
Esta semana, la familia Ordaz Aguayo dio inicio con los preparativos del Altar en el cual colocarán las fotografías de los difuntos, papel picado, perro y gato negro, flor de cempasúchil, monedas, calaveritas de azúcar, velas, flores artificiales, agua, sal, pan de muerto, la comida favorita en vida y todos los elementos que debe incluir este tipo de ofrendas.
CELEBRAN EL 2 DE NOVIEMBRE
María San Juana resaltó que el 1 de noviembre por la noche, los integrantes de la familia Ordaz Aguayo comienzan a rezar el Rosario alrededor del Altar de Muertos y a las 00:00 horas del día 2 de noviembre encienden inciensos y veladoras para recibir a los difuntos y por la mañana desayunan los platillos que se preparan especialmente para la ocasión.
En el caso de la señora Victoria Aguayo de Ordaz se le ofrecen los platillos que en vida fueron sus preferidos, por ejemplo: flautas, mole y pollo frito.
La señora María San Juana comentó: “A la hora de hacer el Altar me da tristeza porque ya no están con nosotros nuestros seres queridos, pero por otro lado siento alegría porque sé que el 2 de noviembre van a venir para estar con nosotros, van a poder comer y tomar agua, ya que esa es la creencia”.
En la confección del Altar de Muertos también participa la joven Stephanie, de 15 años de edad, nieta de la señora Victoria Aguayo, quien dijo que se siente muy contenta de poder contribuir al levantamiento del Altar de Muertos en el que se recuerda a los fieles difuntos.
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Stephanie invierte parte de sus tardes libres en la confección de flores de papel de china para adornar el Altar de Muertos que se hace en la casa de su abuelito José.
“Siento muy bonito y estoy muy feliz de poder hacer este Altar de Muertos con mi familia. Es una tradición que me gusta mucho y que me inculcaron en casa desde que era niña”, externó la joven.