Un buen principio para iniciar el periodo de cuaresma, es lapráctica de la humildad y de reconocer la necesidad que tenemos deDios, por lo que se invita a todas las familias a la reflexión através de la penitencia y la austeridad, para llegar a unareconciliación con el Padre, con los demás y con uno mismo.
Así lo compartió el sacerdote Nelson Manuel HernándezMartínez, asesor espiritual del Movimiento Familiar Cristiano(MFC) de San Luis Río Colorado, el cual detalló que con elMiércoles de Ceniza, inicia la Cuaresma, que es el periodo depreparación para la Pascua, fechas especiales donde se celebra losmisterios centrales de la fe, como lo es la Pasión, Muerte yResurrección de Nuestro Salvador Jesucristo.
El presbítero entrevistado hizo hincapié en que el fruto quepueden obtener las familias al celebrar la Pascua, depende de sudisposición interior y ésta de una serie de ejercicios quenecesitan tiempo durante la cuaresma.
“Hay que recordar que el inicio de esta preparación para elSeñor, inicia en el Miércoles de Ceniza, donde las familias debende llegar con la mejor disposición de espíritu a celebrar laPascua y obtener de ella sus frutos, a través de la reflexión(personal o compartida), ya sea través de la oración, de lalectura espiritual, la asistir a misa, a pláticas, conferencias,retiros, etcétera”.
Continuó diciendo Nelson Manuel Hernández Martínez , que“de hecho el cristianismo practica esa analogía al morir almundo para resucitar con Cristo en el Domingo de Pascua, pero paraello se requiere de ejercicio espiritual como actos de domino desí mismo, o en favor de otros, en miras a la moderación, laausteridad o el ayuno.
“El ejercicio espiritual del entendimiento sería conocer lasobras de misericordia, reflexionar sobre ellas, meditar cómo puedovivirlas desde mi estado particular de vida, pedirle a Dios ayudapara hacerlo, y luego vendría el ejercicio de la voluntad, que esponerlas por obra”.
Finalmente, el asesor espiritual del MFC de San Luis, afirmóque las familias están a tiempo, al comienzo, “por lo que esoportuno animarse a pasar una Cuaresma distinta que los lleveverdaderamente a morir con Cristo para Resucitar con Él, finalizóNelson Manuel Hernández Martínez.