Además de compartir ubicación geográfica, las ciudades del Noroeste de México se caracterizan por un clima extremadamente árido y un sol tan fuerte capaz de cambiar el tono de la piel de una persona en pocos minutos de exposición directa a sus rayos, lo que se ve reflejado en una serie de padecimientos que llaman al cuidado cada vez que llega la temporada más fuerte del verano.
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En ciudades como Mexicali, Baja California; San Luis Río Colorado y Hermosillo, Sonora, donde además de las temperaturas que por lo regular superan los 40° centígrados, enfermedades derivadas del calor son las que mayormente aparecen entre las personas, desde afectaciones en la piel, hasta insolación, deshidratación y los golpes de calor, por mencionar las más comunes.
DAÑOS EN LA PIEL
Para el reconocido dermatólogo con presencia en la capital de Baja California, Roberto Flores Vidaña, todo aquel que vive en Mexicali debe adaptarse a una vida con precauciones ante el calor, pero sobre todo a los rayos del sol, pues aunque en cada persona hay riesgos particulares de acuerdo a la edad, tipo de piel o enfermedades adquiridas, no hay exentos a quemaduras solares.
“Hay afectaciones agudas y crónicas; las primeras pueden provocar una urticaria solar, lo que conocemos popularmente como ‘ ronchas´ y las segundas pueden causar melasma o ‘paño’ y con el tiempo pueden surgir las lesiones precancerosas y cancerosas de piel”, compartió.
El experto en el cuidado de la piel dijo que en Mexicali y ciudades con climas similares como San Luis Río Colorado, los habitantes deben estar conscientes de la importancia de la aplicación del protector solar en caso de exponerse directamente al sol, únicamente cuando sea por tiempos prolongados, así como las mangas largas, pero en telas ligeras y colores claros (por la temperatura).
“Si no vamos a estar mucho tiempo ante el sol no es necesario el protector solar, ya que recordemos que nuestra piel necesita la vitamina D, que se obtiene a través de los rayos ultravioletas”, destacó, al poner en reserva casos especiales como pacientes con enfermedades en las que la luz natural les es detonante.
HIDRATACIÓN ES VITAL
Según el epidemiólogo Arturo Vargas Velásquez, médico del sector Salud de San Luis Río Colorado, los padecimientos por calor tienen en común síntomas diarreicos, es decir, “la persona vaya más frecuentemente al baño y su evacuación sea en menor consistencia o totalmente líquida”, así como fiebre, dolor de cabeza y vómito según sea el caso.
“Para evitar enfermarse por padecimientos que aparecen normalmente con el calor extremo es necesario que las personas se mantengan hidratadas, con el mínimo de 2 litros de agua al día o una cantidad mayor, si se ha expuesto por tiempo prolongado al sol o realizó actividades físicas que los llevaron a sudar de manera importante”.
Indicó que si no se está deshidratado, el uso de sueros puede aumentar el riesgo de una deshidratación al momento en el que los electrolitos trastornan el organismo de quien los bebe, por lo que lo recomendable es beber agua.